2

1.1K 92 47
                                    

Una semana antes.

Tanjiro quedó fijo en su asiento.

No conocía a nadie, nadie se le acercaba y ninguno de sus compañeros parecía tener ánimo de empezar alguna conversación.

En estos momentos se encontraba sentado en su asiento.

El salon estaba dividido en 4 filas con 6 estudiantes cada una, él estaba en la fila 3, puesto 3. Si se miraba desde la pizarra, estaría en la fila de la mitad-derecha, en el tercer puesto.

No era una mala ubicación, sobre todo pensando en el hecho de que estaba empezando a ver un poco borroso.

Sin embargo, era una ubicación extremadamente incómoda en estos momentos.

Ni la persona de adelante, ni la de atrás, ni de la izquierda ni derecha. Nadie estaba hablando.

Él tragó saliva y miró sus alrededores con notable incomodidad, sonriendo a la compañera que tenía a su derecha, en la fila 2.

Sin embargo, esta compañera lo ignoró olímpicamente y en su lugar sacó su celular.

Intentó sonreír y miró su pupitre. Él no tenía celular.

Jugueteó un poco con sus dedos, antes de hacer otro intento, esta vez con su compañera a la izquierda.

—Soy Kamado... Tanjiro... —intentó hablar.

La de la izquierda lo miró un momento. Sus ojos azules lo detallaron, lo palparon y abusaron su alma con cierta violencia que decidió que juntarse con esa persona era mala idea.

Ella abrió su boca, pero él miró hacia otro lado.

¿Por qué estaba rodeado de mujeres? Había una a su derecha, izquierda y atrás. Eso hacía aún más incómodo el intentar iniciar una conversación.

Solo se calló.

Cuando decidió darse por vencido y solo esperar la llegada del profesor, alguien tocó su hombro.

—El de atrás dice que si cambian de puesto.

Él miró "al de atrás", solo para toparse con un joven acuerpado con una linda cara, mas con una sonrisa peligrosa.

—Sí, está bien...

Tanjiro era bueno conociendo a las personas con su primera impresión.

Tomó su maletín y rápidamente cambió de lugar con el joven que le había preguntado, sin recibir ni unas gracias en el proceso.

Cuando se sentó en el sexto asiento de la fila tres, se sintió ansioso.

¿Estaba bien cambiar los asientos que les habían asignado?

Pero a iguales cantidades sintió alivio.

A su derecha había un joven con apariencia normal, delante la misma joven que anterior estaba atrás y a su izquierda...

Unos bonitos ojos lila-rosados, enigmáticos y con un algo-no-se-qué, conectaron con Tanjiro cuando la volteó a ver.

La chica lo miró de arriba abajo, luego miró al frente, pues el profesor había llegado.

Qué linda... —pensó Tanjiro—. Es muy bonita.

Tanjiro Kamado, 15 años: Flechado a primera vista.

—Kamado. ¿Kamado Tanjiro se encuentra o no?

—Eh, ah. ¡Presente!

A la voz medio molesta del profesor con cara de diablo, Tanjiro alza su mano.

Por favor despierta, Tsuyuri-san - TanjiKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora