-Que linda vista. Me encanta este lugar!- exclamé mientras me encontraba apoyada sobre la cerca que rodeaba la azotea.
Acto seguido, sentí unos cálidos brazos rodear mi cintura y cerré los ojos disfrutando el momento. Era sensacional sentirme así de querida y protegida!-Me alegra que te guste! Pensé en este almuerzo mientras venía hacia Jeju.
-Si?- pregunté incrédula.
No esperaba que Jungkook hubiese planeado con anticipación todo esto.
-Tenía tantas ganas de verte y hablar contigo, que recordé a Seo Joon y su particular bar- comentó sonriente.
-Gracias por todo esto. Es un gran halago! Me encanta compartirlo contigo. - respondí volteando para quedar cara a cara con el y abrazarlo por el cuello depositando un dulce beso en sus labios.
-Los príncipes de Disney deberían aprender de tí- acoté y ambos reímos ante el comentario.-No esperaba que todo saliera así, de maravilla!-dijo.
Fruncí el seño tratando de entender que quería decirme y me miró divertido tras observar mi expresión.
-Me refiero, a que no planee con anticipacion salir a la discoteca y luego terminar durmiendo abrazado a tu lado en el Hotel. Sólo surgió y fue maravilloso! - llevó un Mechón de mi cabello detrás de la oreja- lo juro!- finalizó y sus labios tocaron mi frente en un fugaz beso.-Lo se, todo lo que no planeamos siempre sale mejor y nos deja los recuerdos más lindos!- suspiré lento y profundo. Luego me quedé en silencio por un momento, reflexionando, sobre lo que dije... sobre nosotros... sobre mí.
Cada segundo que pasaba junto a Jungkook, me hacía quererlo más y más. Deseaba no tener que irme y tampoco quería pensar en ello, pero los días pasaban y el inconsciente se hacia consciente, recordándome que pronto se terminaría este mágico cuento y debería volver a la realidad.
Aun asi, con el dolor que me hacía sentir esto, intenté borrarlo de mi mente en ese instante, pues, no quería convertir aquella bella cita en un velorio, entonces, aclaré mi garganta y volví a la realidad.Jungkook me miraba espectante, parecía querer adivinar mis pensamientos. Se veía como un niño ante un exámen. Le sonreí dulcemente y acaricié su mejilla. ¡Era tan lindo!
- Deberíamos pasear un poco por el parque, no crees?- dije de repente y me solté del abrigo de sus brazos para caminar hacia las escaleras, pero el agarre de su mano me detuvo.
Voltee a verlo y su semblante se encontraba serio.
-Estas bien?- preguntó de repente.
Una punzada sentí en el corazón en ese momento. No, no estaba bien. Pero tampoco queria preocuparlo.-Estoy bien, por que preguntas?
-No se, es que de repente te quedaste en silencio y tus ojos entristecieron.
-Tan observador eres? Cómo es que viste a mis ojos ponerse tristes?- bromee tratando de sonar despreocupada.
Volví a abrazarlo con fuerzas y el me correspondió.
-No me pasa nada, sólo quiero disfrutarte en esta tarde, es todo.En ese entonces, comenzó a sonar una romántica canción. Ambos nos sorprendimos, pues no nos habíamos percatado de que había música de fondo hasta ese momento, que surgió aquella agradable melodía.
-Me permite este baile caballero? - pregunté jugando, mientras me separaba de Jungkook para luego tenderle mi mano, haciéndolo recordar, que había hecho lo mismo conmigo, cuando me conoció aquella vez en la fiesta de cumpleaños.
Animado, aceptó la invitación y tomó mi mano.-Oye, mantén tus ojos en los míos y deja que la música nos guíe, esta bien?
Obedeciendo, Jungkook posó su mirada en mi y acercándonos, íbamos a comenzar a danzar, pero repentinamente la romántica melodía fue cambiada por una vieja canción de rock, desconsertandonos por completo.
Ambos quedamos inmóviles y nos miramos sin entender que estaba ocurriendo. Nuestras caras eran todo un poema en ese entonces!
De repente, una fuerte carcajada brotó de la garganta del pelinegro, provocando que yo hiciera lo mismo.
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☆ Hasta que llegues ☆ Jungkook y Tn
RomansTn, una simple chica de ________ cansada de su monótona vida, emprende un viaje a Corea junto a sus amigas en búsqueda de nuevos aires, vivir nuevas experiencias y encontrarse consigo misma. No planeaban quedarse más de quince días, pero el destin...