Rato largo más tarde el auto baja la velocidad y se estaciona frente a una especie de muralla de piedra grisácea con un portón ciego oscuro que no deja ver el interior.
Me asomo por la ventana y al elevar la vista quedo asombrada por la altura de dicha pared. En lo alto una chica, se pasea observando nuestra llegada, esta armada, lleva un rifle en su mano y puedo distinguir un arma más pequeña en su cinturón, hace una seña a alguien de adentro, luego el portón comienza a abriste mecánicamente y el auto se pone en marcha nuevamente llevándonos al interior.
– ¡Gracias Alison!– le grita Jonathan y ella le responde algo que no alcanzo a escuchar.
– ¿Tú eras de aquí?– le pregunta Sara.
–No, llegué con Alison hace una semana– hace una pausa para estacionar junto a otros autos –A este lugar le hacía falta gente que sepa usar un arma, tienen buen equipo, pero nadie sabía usarlo– le guiña un ojo y ante la cara de duda de ella le explica –Somos policías, a la doctora Johnson le gusta que todos estemos ocupados en algo y en cuanto le dijimos que éramos policías nos puso para que cuidemos, a ustedes también les buscará algo inmediatamente– se baja del auto y nos apresuramos a bajar también.
– ¿La doctora Johnson?– July interroga.
–Sí, es como la jefa aquí, la líder o como quieran llamarle, pero a fin de cuentas en una doctora– se encoge de hombros.
– ¿Dónde están nuestros compañeros?– pregunto al ver que no están a la vista.
–¡Jonathan!– grita alguien y me giro para ver qué es la chica que estaba sobre la muralla, nuestros ojos se encuentran por un momento y siento como se me comprime el pecho, tiene los mismos ojos que Lincy, azules, me dedica una sonrisa mientras llega adonde estamos todos –¿Quiénes son?– le pregunta a Jonathan.
–Julieth, Sara y Marina– nos señala una por una y ella nos observa de arriba a abajo, no es tan alta, trae su cabello rubio atado en una cola de caballo un tanto despeinada y tiene el rostro un poco enrojecido por el frio de la noche.
–Yo soy Alison y desde este momento me decreto su guía, así que Jonathan, vete y ya no seas un estorbo– le guiña un ojo junto a una sonrisa de complicidad a lo que él se ríe y luego se va –Deben estar hambrientas, síganme– nos guía por las calles del pueblo señalando dónde se encuentran las cosas más importantes.
–El pueblo cuánta con electricidad, como habrán podido observar, tenemos varios generadores y un equipo de mantenimiento excelente, también tenemos agua caliente y muchas casas vacías, una despensa bastante equipada y un equipo de seguridad pequeño pero efectivo, somos apenas cuatro, pero ahora que llegaron ustedes seguramente alguno se nos va a unir– sigue hablando mientras llegamos a un espacio alejado al aire libre, donde hay algunas mesas al estilo camping con gente comiendo y hablando, los recorro uno a uno e ignoro las miradas curiosas de la gente –Sus amigos están en la mesa de allá– señala y efectivamente a lo dejos veo la inconfundible melena pelirroja de Freddy y los hombros anchos y cabello revuelto de Brandon, están de espaldas a nosotras –Vallan con ellos, haré que les lleven sus cenas– todas agradecemos y vamos junto a Xavier que se mantiene en silencio hacia la mesa donde están ellos.
–A que nos han extrañado– habla July agarrando de los hombros a Freddy que se gira de inmediato y la abraza con fuerza.
–Demasiado– le dice él y frunzo el ceño sin entender mucho ¿Desde cuándo se llevan tan bien? –Solo dejaron que valla uno de nosotros a buscarlas– le explica él.
–Lo supusimos– le respondo y recibo el abrazo que se acerca a darme con un poco de incomodidad, miro a Brandon que solo alza su vaso haciendo una seña que expresa su alegría al vernos.
– ¡Muero de hambre!– exclama Sara al ver que Alison se acerca con una bandeja con varias hamburguesas, una botella de agua grande y unos vasos apilados.
Me apresuro a ayudarla a sujetar todo.
–Gracias.
Llevamos todo a la mesa y se va para darnos privacidad, observo el entorno, estamos en un área alejada de las casas, el césped es verde, hay muchas mesas y un puesto de cocina cubierto a cinco mesas de distancia. La gente se ve relajada, bien vestidos, limpios y abrigados, hay gente de todas las edades, desde ancianos a niños que corren alrededor de las mesas e ignoran los llamados de sus padres.
–Supongo que no hace falta que preguntemos si nos vamos a quedar– suelta Brandon relajado sobre la silla.
– ¿Por qué no? En las películas siempre lo hacen– se queja Freddy.
–Pero esto no es una película.
–De igual forma ¿Y si nosotros no queremos quedarnos?– sigue llevándole la contraria.
–Pues váyanse, yo me quedo.
–Yo también– decimos al unísono todos, menos Freddy quien nos mira como si lo hubiésemos traicionado.
–Está bien, cómo la mayoría quiere y aclaro que no es por qué tú lo hubieras dicho, yo también me quedo– dice haciéndose el orgulloso.
–Ya, déjense de estupideces ¿Cómo es que este lugar no está destruido aún?– pregunta Sara, que termina siendo ignorada, cuando una señora alta, de cabello castaño con algunas canas y de ojos verdes se acerca a nosotros con una expresión de molestia.
–Lamento interrumpir, han de ser los recién llegados, deduzco por su aspecto– nos mira uno por uno ¿Qué rayos le pasa? –Soy Martha Anabel Johnson, díganme Dr. Johnson, Jonathan me ha dado aviso de que los que faltaban llegaron y se me ocurrió aprovechar para acercarme y conocerlos, no hace falta que se presenten, de igual forma no recordaré sus nombres, así que mejor hablemos de las cosas que si son importantes– se sienta en una de las sillas clavando sus ojos sobre el vientre de Sara –La cosa es así, ustedes podrán quedarse aquí, siempre y cuando den algo a cambio, esto es una comunidad en la cual todos debemos aportar algo, sin importar la condición en la que estemos– dice sin dejar de mirar a Sara que se acaricia el vientre incomoda –Lo único que se les pedirá es que trabajen y se unan a alguno de los equipos, la gente no nos viene mal, lo que nos viene mal son los parásitos que no hacen nada– Sara resopla tomándose el comentario bastante personal.
– ¿Qué clase de trabajos?– pregunta July que parece ser la única que no está molesta con la presencia de la vieja detestable.
–Tenemos varios equipos, cocina, limpieza, búsqueda y recolección, seguridad, lavandería, agricultura, entre otros...
–Usted es doctora dijo ¿No hay un equipo de salud? Yo era estudiante de medicina de tercer año cuando... Bueno cuando ocurrió todo esto– le explica July.
–No lo hay, solo yo, pero la ayuda nunca viene mal– le responde –Los demás tienen hasta mañana para pensar a qué grupo se unirán, mañana búsquenme y háganmelo saber, recién ahí les daré las llaves de alguna vivienda.
Tras eso se pone de pie y se marcha dejándonos ahí sentados.
–Vieja loca– suelta Sara.
–Ya lo creo ¿Qué le pasa?– se ríe Xavier.
–Es la seriedad médica, muchos de mis profesores eran así, hasta que entraban en confianza– nos dice July mientras toma agua.
–Tiene pinta de ser así de amarga hasta cuando folla con su marido– comenta Sara y todos empiezan a reírse a excepción de July quien rueda los ojos y opta por terminar su hamburguesa.
La noche se resume en comer y sacarle mano a la Dr. Johnson, quien con su amargura, nos dio tema de conversación continuo en nuestra primer noche allí, en la cual tuvimos que dormir al exterior ya que no teníamos vivienda, pero al menos eso nos dio la oportunidad de interactuar con algunas de las personas del pueblo.
–Descansen– se despide una chica que acababa de traernos unas frazadas.
Las tiramos sobre el césped y nos acostamos al exterior.
Supongo que mañana será un nuevo día...
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Desmodeus: Principium.
ParanormalAquí no todos son buenos. Todos tienen claras sus prioridades. El amor no vence al mal. Los planes fracasan. La gente muere... pero otros no. ¿De que bando te gustaría estar? Elige bien, aquí no hay vuelta atrás. Marina, una estudiante becada de u...