Desmodeus: Principium.

Capitulo 14.

Abro los y me encuentro desconcertada al ver el techo blanco, adornado por esa tonta lámpara en forma de estrella que tanto le había gustado a July el día que la compro. La cabeza me duele y siento el brazo entumecido, me observo a mí misma y llevo puesto mi pijama.

Me siento de golpe sobre el sillón encontrándome en mi departamento, junto a mi esta mi libro de matemáticas siendo aplastado por mi cuerpo, miro confusa mis manos temblorosas, las cuales se encuentran sanas y limpias. La luz de la cocina está encendida y desde mi habitación se oye el sonido del televisor encendido.

¿Cómo es esto posible?

Sobre la mesa aún están las cosas con las que nos preparamos, la camisa junto a la silla, la pizza sobre la barra, mis pantuflas junto al sillón.

Puedo oír el bullicio en las calles, las bocinas de los autos...

Me pongo rápido de pie y frotando mis ojos me acerco a la ventana. Miro hacia abajo, siento que me voy a desmayar cuando veo que todo es normal, puedo ver a los demás en los parques y autos dar vueltas por las calles. Una sensación extraña recorre mi cuerpo ¿Esto es real? ¿Fue un sueño? Me apresuro a buscar mi móvil y al tomarlo veo la fecha.

Catorce de agosto del dos mil veintiocho. Doce pm.

¿Es lunes, nada paso anoche?

Busco rápido en mis contactos y marco a Julieth desesperada, contesta al segundo tono.

–Por dios July ¿Dónde estás?

–Entrando– se ríe y cuelga cando abre la puerta –Hola, no me digas que te has quedado dormida y has faltado y de ser así no se te ocurra echarme la culpa, te dije que durmieras temprano anoche– me regaña y mi primer instinto es correr a abrazarla –Oye ¿Qué paso?– me acaricia la espalda cuando rompo en llanto.

–Bueno ¿Pero qué ocurre aquí?– La voz de Mike me deja helada y tengo que apartar a July para verlos entrar.

–Están bien– logro decir antes de dejarme caer sentándome en el piso, tengo la respiración acelerada, el cuerpo me tiembla, soy presa de una extraña sensación de alivio y felicidad.

Están vivos, fue solo un sueño.

Todos se acercan a ver que me ocurre y me ayudan a poner de pie. July va por agua y yo me siento junto a Lincy y Mike en el sillón.

–Wow, pero que cara, parece que viste un fantasma– se ríe Lincy – ¿Has dormido mal?

–Solo he tenido una pesadilla, una muy realista...

–Tienes que contarme– se acomoda Mike en lo que July llega y se une a nosotros.

Miro a mis dos amigos, Lincy luce su cabello suelto y sus ojos brillan de una manera especial. Mike se ve tan relajado, como siempre con una sonrisa contagiosa. Se los ve bien, felices. Ambos me miran expectantes y niego.

–Las pesadillas no se cuentan, se pueden volver realidad...

–Vamos, no cites a mi madre ahora– se queja July.

–Cuéntanos– insisten.

Cuento a detalle todo lo sucedido, incluso al hacerlo me suena hasta iluso haber creído que fue real. Ellos me escuchan atentamente, mis amigos me abrazan en el momento que vuelvo a llorar cuando cuento lo que les pasaba. Se asombran de los nuevos integrantes y juramos que los buscaremos a ver si son reales. Concluyo la historia con la llegada al pueblo y Lincy es la primera en hablar.

–Tienes una imaginación envidiable– me asegura –Hasta me dieron escalofríos– se sacude –Al menos tuvo un buen final, están a salvo.

–Eso es verdad– me anima Mike –Llegaron juntas, salvaron a Sara, conocieron a personas buenas...