CAPITULO 1.

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Once de agosto del año dos mil veintiocho.

Los ojos me pesaban cada vez más con cada palabra del profesor Murray.

Podía ver cómo escribía y hablaba sobre un ejercicio, el cual se veía bastante difícil, pero me era imposible prestar atención. Acaba de pasar una semana entera estudiando para otro examen de otra materia y no había dormido casi nada en esos días.

Cerré los ojos hasta que dijo esas palabras mágicas que despiertan a cualquier estudiante por más cansado que este.

-Este tema entra en el examen de la semana que viene, les daré ejercicios similares- hablo mientras cerraba el programa que se reproducía en la pantalla, hasta me dieron ganas de llorar.

Estúpida.

-Recuerden que es importante que aprueben jóvenes, sino nos vemos el año que viene cuando estén cursando de nuevo mi materia- guiño un ojo y nos dedicó una sonrisa malévola.

Maldito.

- ¿Cuál es el afán de los profesores en arruinar nuestras existencias de esta manera?- comenta la chica a mi lado, a la cual le hago una mueca que expresa que concuerdo con ella.

Deberías ser más sociable.

La voz de Lincy aparece en mi cabeza al ver el rostro serio de la chica, debe pensar que la ignore, de igual manera se pone a hablar con el chico de atrás y yo comienzo a guardar mis cosas.

-Nos vemos el próximo viernes, que tengan buen fin de semana, a portarse bien y a estudiar- se despide el profesor y se va a la velocidad de la luz antes de que alguien pueda abrir la boca.

Realizó la misma acción y me apresuro a salir del salón. A paso apurado camino por los pasillos del edificio de Contabilidad, no es muy grande en comparación con los demás, edificio de tres pisos, tres o cuatro aulas por piso, dos baños en cada piso, un kiosco, que es más ignorado que los papeles que ponen en las paredes, sala de profesores y directivos, administración y la maravillosa puerta que me lleva a la salida del establecimiento.

La vista me muestra los diferentes edificios del campus, es el más grande en la ciudad. En la entrada a la derecha te puedes encontrar con el edificio de Medicina, el cual cuenta con todo lo necesario para el crecimiento profesional de los estudiantes y el desarrollo de los graduados y profesores, suelen prestar áreas para realizar proyectos y esas cosas que la verdad siempre me han parecido increíbles.

Junto al de medicina está el de arquitectura, al lado el de arte, luego psicología, contabilidad, ingeniería, un gran supermercado, y los últimos dos edificios de abogacía y profesorados e informática.

El campus fue creado estratégicamente para formar un semicírculo de universidades, que rodean la zona de residencias, seis edificios de veinte pisos y diez dormitorios por piso, separados por calles y parques, incluso tenemos un lago, con patitos y barquitos a pedal, es muy lindo.

Nuestras residencias están organizadas de diferentes maneras, cuatro de los seis edificios fueron organizados para que sean mixtos, los otros dos ya son o exclusivamente para hombres o exclusivamente para mujeres. Dos de los mixtos pertenecen a la parte Vip o cheta del campus y los otros dos a los becados o alumnos de bajos recursos, grupo del que soy parte.

La distribución de los departamentos es de dos personas. Por lo cual ya a estas alturas todos los cupos fueron dados, dejando un total de cuatrocientas personas por edificio, lo cual concluye en un total de dos mil cuatrocientas personas viviendo dentro del campus, en mi opinión mí es un cupo muy grande para la demanda que tiene el establecimiento, por este mismo motivo el sesenta por ciento restante del total de estudiantes del campus se vio obligado a buscar alojamiento en los alrededores. Estos datos se me quedaron de hace unos meses cuando la escuche a Lincy hablar con los demás estudiantes del consejo y me fue imposible no sacar cuentas.

Desmodeus: Principium.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora