SE ALQUILA...

🥺CAPITULO 20🥺

-¿Ho-Horacio...?.-

-¿No tienes mi número comisario?,- la voz del director sonaba risueña,- guárdalo, así podrás contactarme cuando necesites...algo,- Volkov tragó saliva.

-Ese anuncio...¿qué significa?,- preguntó con voz temblorosa.

-Pues que ahora vivo en una casa muy grande, me sobra una habitación, apenas paso tiempo en ella y la pasta me viene bien...tengo muchos gastos,- relató como si tuviera preparado el discurso, recordando las palabras que el contrario le dijo una vez.

-Si vives en una casa con piscina y pista de tenis no creo que te haga mucha falta el dinero.-

-Greco me dijo que te estás quedando en un motel, no me jodas ruso...tú me ayudaste cuando llegué a la ciudad y ni siquiera me cobraste,- suspiró,- si quieres ver la casa y la habitación llámame, mañana tengo el dia libre hasta la noche,- colgó la llamada dejando al comisario pensativo y extrañado.

El peliplata guardó el número de Horacio, revisó otra vez el mensaje visualizando en su mente cómo sería volver a convivir con él, un nudo se formó en su garganta no dejándole respirar con normalidad, quizá lo mejor sería borrarlo e ignorar esa llamada pero pese a haberse marchado de aquella manera, el federal había sido tan amable como para ofrecerle un hogar.

Dejó el teléfono en la mesilla y se volvió a tumbar en la cama, miró por horas el techo de la habitación dándole vueltas a todo lo que había sucedido en apenas dos dias que llevaba de nuevo en la ciudad, cuando por fin se quedó dormido, ya tenía su decisión tomada...

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-¿Qué te pasa hoy tio?, estás rarísimo,- Gustabo había esperado al de barba despierto hasta que llegó de trabajar pero este estaba pensativo y en su mundo.

-Joder Gus perdóname,- cogió aire y se dejó caer en el sofá abrazando a su novio y dejando un sonoro beso en su mejilla,- esque ha vuelto Volkov y...-

-No jodas, ¿Horacio lo sabe?,- preguntó cortándole.

-Si...ese es el problema, ambos actuan como si tuvieran quince putos años, con lo fácil que sería que hablasen...-

-Bueno, yo pienso que Horacio no debería darle ni una oportunidad, ya viste cómo se quedó, estaba en la mierda.-

-Pero el ruso también lo ha pasado mal, no me ha dicho nada pero le conozco de sobra, por cómo mira al chico sigue enamorado de él y H también...esque son bobos,- conectó sus marrones con los azules.

-Eres la dama de las camelias, lo que te gusta un dramón...joder,- ambos se tumbaron acomodándose mientras que Gustabo buscaba con el mando una película para ver juntos,- como te quedes dormido otra vez me voy a cabrear...-

-Que nooo,- rió el comisario,- si me duermo, ya sabes cómo me gusta que me despiertes,- movió sus cejas haciendo reir a su pareja quien gracias a él había dejado el mundo de la delincuencia y había comprado la cafetería dónde trabajaba con algún dinero que su pareja no quiso saber de dónde había sacado...

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-Buenos dias amigo, ¿qué tal has dormido?,- Greco le preguntó al ruso algo obvio ya que las marcadas ojeras que traía, reflejaban la mala noche que había pasado.

-¿Has hablado con Horacio de mi?,- respondió preguntando.

-Claro, me llamó y ya sabes...-

-No, no sé,- sacó un café bien cargado de la máquina,- solo sé que anoche recibí un mensaje de él ofreciéndome una habitación en la casa donde ahora vive,- sus grises fijos en su amigo.