🤎CAPITULO 7🤎

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-Ya que no tienes que ir a trabajar podríamos invitar hoy a Chris a cenar,- Horacio bebió de su café mirando al ruso, esperaba una respuesta afirmativa ya que él mismo se ofreció a que fuera a su hogar pero recibió todo lo contrario.

-Estás aún convaleciente Horacio, debes descansar,- contestó ojeando las noticias en su teléfono.

-Pero los demás dias trabajas y tú dijiste que lo invitase,- un nuevo intento acompañado de un puchero.

-No me mires así, no va a funcionar,- le observó durantes unos segundos en los que el de cresta pestañeó seguido poniendo el más lindo gesto que pudo,- joder...de verdad eres...-

-Un encanto,- mostró su perfecta dentadura en una gran sonrisa.

-Si viene déjale claro que tiene que irse pronto, mañana madrugo y no puedo entretenerme mucho,- el menor se levantó de su asiento y fué derecho a por su teléfono, antes de volver a sentarse frente a Volkov dejó un sonoro beso en su mejilla que le hizo sonrojarse, aún no se acostumbraba a las muestras de afecto tan espontáneas del cadete.

-Bueno, ya mandé el mensaje, solo queda que confirme,- siguió desayunando,- podemos ir a comprar y cocinamos algo juntos,- el ruso rodó los ojos.

-Con el brazo así no creo ni que pudas cortar una cebolla, yo me encargaré de pedir algo al restaurante del Pier, no te preocupes.-

-Bueno, tal vez para la próxima podremos ofrecerle algo casero.-

-¿Qué próxima?,- levantó una ceja pero escuchando la risa del menor se dió cuenta de que no lo decía en serio.

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Volkov ayudó al pelirrojo a ducharse, le desvistió con sumo cuidado intentando, sobre todo al quitarle la camiseta, no hacerle daño, le ofreció su mano para que entrara a la ducha, no podía mover mucho el brazo y temía que pudiera resbalarse.

Abrió el grifo esperando a que el agua saliera al gusto del menor, una vez estuvo bien mojado le ayudó a lavarse el cabello, lo enjabonó muy despacio masajeando el cuero cabelludo con delicadeza hasta que se hizo mucha espuma que aclaró después acercando la ducha a su cabeza.

-Estás muy callado, ¿ocurre algo?,- preguntó al notar al chico un poco cohibido.

-Esque...- lo miró de reojo y el ruso pudo ver un leve sonrojo en las mejillas morenas,- estoy aquí desnudo y tú estás pasando la esponja por lugares que...- el mayor miró hacia su mano dándose cuenta de que justo estaba enjabonando su trasero, la apartó abruptamente poniéndose colorado al instante.

-A ver Horacio, hay lugares a los que no llegas bien, solo intento ayudarte,- carraspeó intentando tomarse su papel de cuidador en serio.

-¿Sabes cómo podrías ayudarme ahora mismo?,- susurró dándose la vuelta mostrándole lo excitado que estaba al peliplata.

Cogió su camiseta con ambas manos tirando del mayor hacia dentro de la ducha, estampó sus labios bruscamente en los contrarios comenzando un beso cargado de pasión, sus lenguas entraron en contacto, ambos ladearon sus rostros para profundizar esa unión aún mas, Volkov se estaba empapando con la ropa puesta bajo el agua pero no le importó lo más mínimo.

Horacio intentó sacar la camiseta del mayor, un quejido de dolor hizo que cortaran el beso,- cuidado...- Volkov observó la herida del joven comprobando que estaba bien, él mismo se quitó la ropa a toda prisa quedando desnudo ante la hambrienta mirada del de cresta quien ya estaba relamiendo sus labios pensando en lo que venía.

Sus bocas se buscaron de nuevo, las manos del mayor tocaban con ansia el cuerpo moreno, sus glúteos quedaron marcados por esos dedos que se enterraron en la dura carne para acercarlo aún más a él, rozando sus miembros erectos que goteaban pidiendo acción.

SE ALQUILA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora