🔪CAPITULO 22🔪

373 40 131
                                    

Las puertas de metal resonaron por todo el pabellón indicando que los guardias de prisión se aproximaban con el preso, Volkov sintió naúseas y un atisbo de nerviosismo al saber que vería de nuevo el rostro del ser que más daño le había hecho en toda su vida.

Se sentó en la silla y miró al frente, el grueso cristal blindado tenía marcas de suciedad, huellas, posiblemente de otros visitantes que venían a encontrarse con algún amigo o ser querido al que habían encerrado de por vida, al ser esta una prisión federal.

Dos hombres enmascarados y armados traían a Conway esposado, al llegar frente al ruso al otro lado del cristal, le quitaron las esposas apartándose hasta quedar apoyados en la puerta, el peliplata miró detenidamente a su exjefe mientras se sentaba, su cabello estaba despeinado y más blanco, su rostro parecía cansado y una sonrisa ladina se dibujaba en su rostro dejando comprobar al comisario que seguía siendo tan altivo y prepotente.

-Por fin te dignas a venir a verme, ¿qué coño haces otra vez aquí?, te hacía en Rusia siendo feliz.-

Volkov se sintió asqueado al escuchar su voz, se echó hacia delante mirándole fijamente y sonriendo,- solo vengo a comprobar el asco que me das, creo más bajo ya no puedes caer.-

-Vaya, veo que la mariposita de cresta ha ido a llorarte.-

-¡No te atrevas a nombrarle!,- gritó furioso,- eres un ser despeciable, un infeliz que odia a todo el mundo y detesta ver a los demás encontrar esa felicidad que tú nunca tendrás,- sus puños permanecían apretados.

-Veo que te ha ido con el cuento, te lo ha contado entero o...- sonrió ampliamente,- ¿se ha guardado cosas?.-

-Nada de lo que digas va a hacerme más daño del que ya nos hiciste a Horacio y a mi.-

-Uno en la carcel, aunque sea esta, sigue teniendo información, contactos...pregúntale a tu querido chico de cresta quien le consoló cuando te fuiste, Collins fué un gran apoyo para él...-

-¡Cállate la puta boca!, confío plenamente en Horacio, jamás me mentiría ni caería en los brazos de ese tipo.-

-Si ya te mintió hace un año...el amor te ciega hijo, yo siempre quise lo mejor para tí pero no me hiciste caso, ahora podrías estar felizmente casado con Sloan formando una familia pero prefieres rebajarte a que ese crio te acoja en su mansión de mierda comprada con un dinero que no merece,- escupió en el suelo con rabia,- Evans es idiota...darle esa facción a ese...-

-Si vuelves a faltarle el respeto a mi pareja te juro que entro ahí y te parto esa bocaza que tienes puto imbécil,- Volkov se levantó de su asiento furioso golpeando el cristal,- además...¿cómo cojones sabes tú...?.-

-Ya te lo he dicho ruso, tengo mis contactos y aún aquí encerrado me entero de todo,- rió a carcajadas poniéndose también de pié,- cuidado, hay gente que me debe muchos favores...puede que una noche cuando esteis durmiendo...-

-Si alguien se acerca a nuestra casa le quito la puta vida, no me provoques gilipollas, llevo muchos años tragando contigo, no te debo nada y te aseguro que si veo cualquier movimiento extraño cerca de Horacio, volveré para hacerte el mayor daño que te han hecho jamás.-

Por primera vez Conway sintió un escalofrío al escuchar la dureza con la que escupía las palabras aquel que fué su pupilo, el que siempre le obedeció, el que nunca le negó nada, Volkov le amenazó directamente y él solo pudo sonreir nervioso.

-Ya no queda nada de ese chico que tenía mas aspiraciones en la vida que ser el perrito de un federal que no sirve para llevar el FBI.-

-Por muchos años fuí tu perrito si, ahora soy un hombre feliz, algo que tú te morirás sin saber lo que es puto viejo amargado,- se dió la vuelta para marcharse,- recuerda que sé muchas más cosas por las que podrían revisar tu condena, igual en vez de perpetua tienes una pena de muerte, me encantará traer a Horacio y ocuparnos de darte un final digno.-

SE ALQUILA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora