🤨CAPITULO 19🤨

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Volkov salió de Vespucci con su mente saturada de tanta información, Greco le había ofrecido llevar la facción junto a él compartiendo el rango de comisarios de la lspd, Horacio era el director del fbi, estaba bastante cambiado y él tenía sentimientos encontrados.

Por un lado deseaba llamar al de cresta, hablar con él, decirle que aún habiendo pasado todo lo que pasó entre ellos, contaba con su apoyo pero, por otro lado, lo único que sentía eran ganas de ponerse a trabajar para ocupar su cerebro en cosas que no fueran ese chico al que nada más ver, supo que seguía amando.

Caminó por las calles sin rumbo llegando hasta el motel donde se estaba quedando, entró en su habitación y se dispuso a ordenar su equipaje en los armarios. Una ducha después y se tumbó en la fría cama que no sentía como suya, como ninguna en las que había dormido desde que se marchó, no sin Horacio entre sus brazos.

Con su teléfono en la mano buscó su contacto, lo miró por varios minutos, "no debes hacerlo" se repetía una y otra vez así mismo. Pulsó el botón verde de llamada y esperó con su corazón queriendo escapar de su cuerpo, tras un par de segundos una voz femenina le avisó de que ese contacto no correspondía a ningún cliente.

Miró extrañado la pantalla, seguramente al pertenecer ahora al fbi su contacto había cambiado, sabía quién podría darle su nuevo número pero prefirió esperar hasta comenzar oficialmente como comisario, ahí tendría la excusa perfecta para pedírselo ya que debían trabajar ambas facciones juntas.

Sus ojos cayeron poco a poco, el sueño llegó para llevarlo a algún lugar donde nada malo podría pasarle, lo último que vió en su mente fueron las siglas amarillas del fbi resaltando en la espalda de su amado chico de cresta...

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-¿Greco?,- el director llamaba al de barba sentado ya en su despacho.

-Dime Horacio,- se escuchó una risilla,- quiéres saber qué hace el ruso aquí, ¿verdad?.-

-Eh...no, bueno...si, pero solo por trabajo, ¿va a quedarse?,- mordía la uña de su dedo meñique nervioso.

-Si, la verdad es que no sé cómo he podido estar aquí sin él, en serio...le necesito porque estos agentes, la pesada de Evans, los nuevos códigos y todo lo demás me tiene cansado.-

-No mientas, quien te tiene agotado es Gustabo eh...- rió haciendo que el rostro del comisario ardiera.

-Cállate, él...bueno, ya sabes, si que es muy fogoso...-

-Prefiero no saberlo,- le cortó tapando su rostro con la gorra que llevaba puesta anteriormente,- entonces...¿se queda?.-

-Si y por favor os pido que colaboreis, sabes que debemos ponernos las pilas Horacio, Evans nos sigue presionando y quiere informes sobre su puta mesa que ni hemos comenzado...-

-Lo sé, siento darte problemas pero no he estado muy...centrado,- el de cresta suspiró.

-¿Por qué no hablais?, al menos aclarar las cosas por el bien común.-

-No, no me da la gana Greco, él se fué sin dejarme explicarle el motivo del por qué le oculté cierta información, es él quien debe venir a buscar la explicación si es que la quiere.-

-Está bien pero sabes que os vais a encontrar, no quiero tener que mediar entre vosotros...sé cómo lo has pasado y te he apoyado pero tampoco sabemos cómo lo ha pasado Volkov.-

-No me importa, yo ya le he olvidado,- las palabras salieron de su boca pero ninguno las creyó, ambos sabían que Horacio mentía.

-Claro, claro...-

SE ALQUILA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora