💖CAPITULO 9💖

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-¿Le duele si lo muevo hasta aquí?,- preguntó el médico estirando poco a poco el brazo de Horacio hacia arriba.

-Un poco, pero puedo aguantarlo,- contestó contrayendo su rostro por la molestia.

-Vale, vamos a moverlo hacia atrás despacio, dígame si le duele y en qué punto,- cogió la muñeca del cadete con una mano y el antebrazo con la otra estirándolo ahora hacia su espalda.

-Ahí si duele un poco más, me tira la herida cuando llega hasta atrás del todo.-

-Bien, creo que debe reposar un par de dias más hasta que cicatrice bien pero puede volver al trabajo pasado este descanso, tenga cuidado, evite forzar demasiado y recuerde seguir hidratando la piel para que no quede marca,- tecleó en el ordenador por unos minutos imprimiendo el informe que le entregó a Volkov mientras que el de cresta terminaba de ponerse la camiseta.

-Gracias doctor,- el ruso estiró su mano estrechándola con la de aquel hombre.

-Si tiene alguna complicación pásese por aquí, le atenderé sin problema,- los despidió abriéndoles la puerta para que se marcharan.

Salieron de la consulta caminando tranquilamente hacia la salida, la voz de una mujer llamando al mayor hizo que parasen en la recepción,- Volkov, que alegría verte por aquí, ¿cómo estás?,- Sloan se acercó a la pareja contoneando sus caderas sonriente.

-Priviet, estoy bien, vinimos para que vean a Horacio, recibió un disparo hace unos dias pero por suerte no fué grave,- le contó mirando al menor quien observaba a esa mujer con cara de pocos amigos.

-Vaya Horacio, lo siento mucho,- acarició fugazmente su hombro,- soy la directora de este hospital, cualquier cosa que necesites dí que vienes de parte de Volkov y serás atendido inmediatamente.-

-Gracias pero ya me atendieron inmediatamente sin decir que vengo de parte de nadie,- entrecerró sus ojos,- te espero en el coche,- caminó unos pasos pero se detuvo girando su rostro,- un placer señora,- se despidió antes de seguir su camino.

-¿Qué le pasa?, espero no haberle ofendido.-

-No te preocupes, está bien,- hizo una mueca de desagrado sabiendo que la mujer había sido un poco impertinente con el rubio,- nos vemos Sloan, tengo prisa.-

-Llámame algún dia, cenemos o salgamos a tomar una copa,- su mano fué hacia el rostro del mayor quien dió un paso atrás para que los dedos de la pelirroja no tocaran su piel.

-Algún dia cuando tenga más tiempo...si eso...-

Caminó hacia la salida deprisa despidiéndose agitando la mano, dejando a esa mujer de nuevo con la sensación de que no estaba por la labor de tener una cita con ella.

Montó en su coche en el que Horacio se encontraba cruzado de brazos mirando al frente, sonrió mientras se ponía el cinturón de seguridad mirándole de reojo,- no la hagas caso, siempre dice esas cosas,- dijo acercando su mano a la mejilla morena, acariciándola con suavidad.

-Es un poco tonta la mujer, ¿qué se creé?,- bufó aún con rabia.

-Me da mucha ternura verte enfadado, cuando frunces los labios así me dan ganas de morderlos,- sujetó su barbilla girando el rostro de Horacio hacia él,- ¿puedo hacerlo ahora?,- susurró a milímetros de sus labios.

Horacio sintió todo su cuerpo estremecerse al sentir el cálido aliento de Volkov chocar contra su piel, cerró los ojos esperando a que terminara de juntar sus labios pero no lo hizo, lo miró desconcertado observando como los grises estaban fijos en su rostro,- ¿a qué esperas?,- preguntó impaciente.

-A que me lo pidas,- rozó un poco su lengua por el labio inferior del cadete quien dejó salir un suspiro.

-Hazlo, bésame, muérdeme, lo que sea pero hazlo ya,- la desesperación en su voz hizo sonreir pícaramente al ruso quien agarró la nuca del joven acercándolo hacia él hasta que que sus labios se unieron en un beso húmedo con sus lenguas como protagonistas.

SE ALQUILA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora