SE ALQUILA...

💣CAPITULO 23💣

Tic...Tac...Tic...Tac...

El sonido del temporizador retumbaba en su sien, su respiración era entrecortada, un sudor frio bañó su cuello dejando que una gota del mismo resbalara hasta su baja espalda.

-No puede ser...no...- sollozó aguantando las lágrimas, tenía que conseguir centrarse pero estaba demasiado nervioso, apenas le quedaba tiempo,- todo era...una trampa...-

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Volkov llegó a federal, entró como un loco buscando celda por celda, recorrió cada rincón desesperado, en el patio donde los presos salían a tomar un poco de aire fresco por fin pudo divisar a Conway de rodillas con sus manos cruzadas por detrás de la cabeza, Andrés le apuntaba mientras que sus hombres salían a toda prisa de la prisión en un helicóptero militar.

-¿Dónde está Horacio?,- preguntó con su rostro desencajado.

-Vaya, el ruso llegando al rescate,- su exjefe rió, tenía el rostro amoratado y con algo de sangre debido a los golpes propinados por el padre del director.

-¿Qué ha pasado?,- buscó la mirada de Andrés,- ¡¿dónde cojones está Horacio?!,- gritó con un nudo en su garganta.

-Tu querido novio me ha desafiado, él me encerró aquí y ahora yo le tengo encerrado a él...solo que yo tengo mucho más tiempo para disfrutar del espectáculo.-

-¡Cállate hijo de puta!,- Andrés golpeó de nuevo a su excompañero con su arma dejándole tirado en el suelo, él solo reía divertido de ver el sufrimiento que estaba causándoles a todos.

-Habla, ¡Que hables!,- una patada en su estómago hizo que parara de reirse para soltar un agudo gemido de dolor.

-¿Me puede explicar alguien que coño pasa y dónde está Horacio?,- el ruso estaba desesperado, Andrés lo apartó un poco de aquel tipo y habló serio.

-El muy cabrón le hizo creer a mi hijo que tenía a Charlotte secuestrada, Horacio en vez de reaccionar con calma cogió un helicóptero de aquí arriba y fué hasta mi casa,- pasó su mano por su frente varias veces,- lo primero que hice antes de instalarme aquí fué sacarla del pais, está en su tierra natal junto a su hermana, a salvo.-

-¿Y Horacio...?.- Volkov intuía la respuesta.

-Él entró en casa, buscó a su madre pero evidentemente era una puta trampa, el hijo de puta este ha hecho que llenen mi hogar de explosivos, al cerrarse la puerta se activó un temporizador, tenemos menos de dos horas para sacar a Horacio de ahí...he mandado a un grupo de artificieros de Ford Zancudo pero no logran desactivarla, llevan más de quince minutos en ello Volkov, no sé...- por primera vez el peliplata vió a ese hombre asustado y él estaba a punto de desmoronarse,- no sé qué coño hacer...-

-Tengo...tengo que sacarlo de ahí,- fué a marcharse corriendo pero Andrés lo sujetó por el brazo.

-Si abren la puerta, explotará, si acceden por las ventanas, si hacen un puto agujero en la pared, si entran por el suelo, por el tejado...explotará,- apretó su mandíbula,- el cerdo este tiene una clave para desactivarla, pero no canta, le da igual morir,- lo miró con asco,- no sé cómo sacar a mi pequeño de ahí ruso, necesito...joder...necesito ofrecerle a este cabrón un trato.-

-¿Un trato?, déjame a mi.-

Volkov caminó hasta el exsuperintendente, agarró su cuello con ambas manos levantándolo del suelo,- dame la puta clave y esto se acaba aquí,- el contrario le dedicó una sonrisa.

-Es el fin de tu querido niñito de cresta, él me ha jodido, ahora voy a joderle...para siempre.-

-Dame la clave,- le golpeó duramente,- dame la clave para sacar a Horacio de allí o tendré que...- Volkov tuvo un flasback del pasado, guardaba un as en su manga pero no quería utilizarlo, haría daño a su amigo, pero la vida de su amado pendía de un hilo así que no le quedó más remedio que reaccionar.