XXVII

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Al entrar por la puerta de casa, dejaron salir un suspiro de tranquilidad, el padre alfa de Yoongi se había encargado de prepararlo todo para que su estadía fuese más cómoda.

La casa olía a velas aromáticas como canela y vainilla, una leve música relajante y un surtido de los pasteles favoritos de Taehyung se encontraban por encima de la mesa grande. Al rubio se le saltaron las lágrimas al ver eso.

Sus padres ni siquiera se habían molestado en llamarle.

Yoongi notó como su hija era algo espachurrada contra el pecho de su padre omega, sospechando lo que sentía al ver el bonito detalle que había tenido Heechul. Con una sonrisa leve le quitó a su pequeña de los brazos y dejó que su bebé grande fuese a perderse entre el abrazo fraternal que se merecía.

El mayor los observaba, reposando sin dejarla caer, la mejilla en la de su niña, que dormitaba tan feliz en su hombro.

Su corazón se estrujó de ternura al ver que su pequeña bebé restregaba levemente la cara contra la suya, soltando balbuceos inentendibles por su linda boquita rosada, girándose para llenarle todo el rostro de babas, haciéndole reír con muchas ganas, realmente su hija era un dulcecito.

- Momo bebé, no chupetees a tu padre – Dice Taehyung divertido, secándose las lágrimas – Eso sólo puedo hacerlo yo.

- Bebé, hay menores delante – Yoongi señala a su hija con los ojos, que sigue chupeteando su cara – Ten más cuidado con lo que hablas.

- Bueno, chicos, os lo he dejado todo preparado para que estos días se os hagan más fáciles con la pequeña Momo, pero tengo que volver a Daegu – Heechul pellizca la mejilla del menor – De hecho, me voy ya.

- Está bien, papá, te llevaré – El castaño asiente, devolviéndole su hija a Taehyung – Ahora vuelvo, bebés.

Taehyung le asiente, yéndose a sentar con su pequeña en el sofá, ve como la niña olfatea y busca su pecho, con intenciones claras de querer ser alimentada. Sonríe con cariño, aprovechando que están solos, se desabotona su camisa y su niña se agarra a su pecho, alimentándose.

Al alzar la mirada de su bebé, se observa en la televisión. Tiene ojeras, su piel está algo descuidada, tiene mamas, de las que se alimenta su hija, su cabello no está bien hidratado.

Un sentimiento feo de malestar se instala levemente en su interior, él jamás ha tenido problemas de físico, siempre se consideró alguien bello, pero sin saber por qué, su propia imagen en el reflejo, le ha parecido... repugnante.

Después de acostar a su bebita en la cuna, la pareja, reventada y sin ganas de vivir se tumba en la cama, con el menor envuelto por los grandes brazos de Yoongi, que pasea con parsimonia las manos por su espalda y cintura

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Después de acostar a su bebita en la cuna, la pareja, reventada y sin ganas de vivir se tumba en la cama, con el menor envuelto por los grandes brazos de Yoongi, que pasea con parsimonia las manos por su espalda y cintura. Taehyung se remueve, incomodo por ese toque, pero el castaño no lo nota.

Al ratito de caricias y besitos en la frente, la mano del mayor se mete dentro de su pijama, amando la suavidad de la piel de su omega, tocando divertido su pancita de embarazo, con cuidado de no dañarla por los puntos.

- Me gusta tu pancita, Taetae – Susurra Yoongi – Te veías tierno cuando la tenías más grande.

El menor asiente, intentando alejar esas preguntas maliciosas que le estaban bombardeando la mente.

¿Ahora no me veo tierno?

¿Eso significa que no me ha deseado durante todo el embarazo?

Taehyung cierra los ojos, le pican por el sentimiento de malestar, sabe que es una tontería lo que está pensando, probablemente cuando recupere su físico anterior y todo pase un poco más, se le pasará.

A la mañana siguiente, después de una insoportable noche de llantos, tanto de Taehyung como de Momo, el mayor se despertó con ganas de morirse, tener que cuidar de dos seres humanos era realmente agotador. Dejó a su omega en la cama y miró que su hija estuviese plácidamente durmiendo y ya en la cocina, preparó tortitas, con frutas, jarabe de agave, café y batido de chocolate para su pequeño.

Subió maldiciendo en bajo, amaba a su familia, pero tenía mucho sueño. Despertó entre besos y dulces palabras a su omega, y cogió con delicadeza infinita a su bebé, que automáticamente se dispuso a chupetearle todo lo que sus pequeños labios encontraban, manchurreando toda su ropa.

Una leve risa al ver cómo llevaba a uno de la mano y a la otra en brazos le salió de lo profundo de su alma, muriéndose de amor, y de sueño, a la vez que le ofrecía su desayuno al omega y le daba un biberón con leche materna a su bebé.

Ojalá hubiese estado más atento al sentimiento de profundo malestar que sentía en su marca, cosa que pensaba que era producto de las escasas horas de sueño y del dolor de la herida de la panza de su omega.

Taehyung observaba a su alfa, tan guapo, sin un defecto en su magnífico cuerpo, cuidando sin problemas a su hija, la cual no se deshacía en llanto ni una sola vez mientras estaba en brazos de su padre, miró sus facciones, tan viriles, su cabello castaño sedoso, esa piel de porcelana tan hermosa.

Sin cicatrices, ni mamas, sin defectos.

Corrió sin pensárselo un segundo, vomitando las dos escasas tortitas que había llegado a tragar, derramando lágrimas del más puro sentimiento de oscuridad de su mente, estando seguro a partes iguales de que era una tontería cómo de que no podía mirarse al espejo.

No sin darse asco.

Watermelon Suga(R) ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora