XIII

491 85 3
                                    

Con la cena, Taehyung se tomó obediente la pastilla anticonceptiva y el supresor. Estaban agotados, se habían pasado todo el día teniendo sexo, el menor por mucho que se restregó en la ducha, seguía oliendo al alfa. Luego recordó que Yoongi lo había marcado temporalmente y dejó de intentar arrancarse la piel, bajo la mirada del castaño que se reía fuerte por ello.

Porque claro ¿Quién desaprovecharía la oportunidad de poseer al rubio en la ducha? Nadie en el universo entero.

- Yoonie, apesto a ti – Le dijo, mirándole desde su regazo, donde estaba tumbado - ¿Por qué me marcas?

- No te quejaste mucho mientras te marcaba y te follaba, bebé – Le recordó, haciéndole sonrojar – Mañana seremos la comidilla del instituto.

- Probablemente eso quede en un segundo plano cuando mate a Jiminie – Frunció el ceño – Por su culpa, ahora tengo alfa.

- ¿Te puedo preguntar algo? – Le dijo, poniéndose serio.

- Claro ¿Es malo?

- Sé que huelo a menta y sandía, pero – Tragó duro - ¿Tú hueles algo más?

Taehyung se ruborizó más fuerte al escuchar eso, el aroma a sándalo que destilaba el mayor era su más exquisito secreto.

- A sándalo... - Susurró – Te olí la primera vez.

- Tú hueles a almizcle ¿Sabes? – Sonrió – Es un aroma que encaja muy bien en ti.

- ¿Por qué olemos un aroma diferente en el otro, Yoonie? – Ladeó un poco la cabeza, siendo adorable a los ojos del mayor.

- ¿Realmente no lo sabes? – Lo vio negar – Porque somos destinados, Taetae.

Aquello le hizo abrir muchos los ojos, sabía de las parejas destinadas, pero solo había conocido a las que formaban sus amigos, pensaba que nunca te encontrabas con la persona que el destino tenía preparada para ti. Su corazón latió con fuerza, su primer beso, su primera vez y su primer amor, todo se lo había dado a la persona que estaba destinada desde que el mundo fue mundo, a serlo todo en su vida.

Porque a estas alturas de la historia, el rubio tenía más que claros los sentimientos hacia el alfa, se estaba enamorando de él tan rápido como transcurre un día, y tan fuerte como los rayos del sol en verano. Sonrió, irremediablemente sonrojado, mostrando todos sus dientes, tan grande que sus ojos desaparecieron, dándole la imagen más hermosa al mayor que jamás hubiera visto.

- Me alegro de que seas tú mi destinado, Yoonie – Le dijo, con total sinceridad – Creo el destino no se ha equivocado poniendo delante de mí a un alfa estúpido, engreído pero tierno y romántico.

El mencionado rodó los ojos ante aquella confesión de amor tan rarita, una que solo podía venir de los labios de ese omega que le había robado el corazón.

- Yo también me alegro de que seas tú mi destinado – Siguió con el juego – Aunque seas caprichoso, borde pero lindo y meloso.

El menor le sacó la lengua entre risas, totalmente emocionado por cómo se estaban tornando las cosas, si alguien le dijera hace un escaso mes y medio que se iba a enamorar, dejar marcar y follar por un alfa le habría mandado a la mierda, sin embargo, ahora, supuraba felicidad por todos los poros de su cuerpo.

- Me gustaría que empezásemos poco a poco todo esto, Tae – El mayor le pinchó la mejilla con el dedo – No tenemos prisa y ya sabemos que el destino nos quiere juntos.

- Estoy encantado con la proposición, Yoonie – Se removió hasta quedar con la cara en su abdomen – Poco a poco, pero sin conocer a nadie más ¿No?

- Sólo tú y yo, pequeño – Afirmó.

Siguieron charlando mientras el menor recibía infinitas caricias, mimos, besitos y halagos, estaba borracho de tanto cariño, encantado con tanta atención para él solo, la que jamás había tenido, y el mayor se la daba con toda la felicidad del mundo, jamás fue cariñoso, pero algo en su interior le imploraba consentir y mimar a ese omega.

Sus lobos estaban acurrucados juntos, totalmente felices por la unión, agradecían a ese par de humanos tontos que se hubieran dejado llevar por sus sentimientos.

Sus lobos estaban acurrucados juntos, totalmente felices por la unión, agradecían a ese par de humanos tontos que se hubieran dejado llevar por sus sentimientos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegaron juntos a clase después de pasar por la casa del mayor a que cogiese ropa decente de ir a trabajar. Jimin lo esperaba impaciente en la puerta, con su alfa sosteniéndole por los hombros, intentando tranquilizarle. Saltó de alegría al visualizarlos de la mano, su plan había salido correctamente.

Salió a correr para abrazar al rubio, buscando con desesperación la marca en su cuello, sin encontrarla, pero olía a él. Frunció el ceño, volviendo cabizbajo con su alfa, que lo rodeó con sus brazos.

- Park Jimin, te voy a matar – Avisó el omega – Mira lo que tengo por tu culpa – Y alzó la mano que sostenía la del alfa.

- Pero si no tienes marca... - Susurró, haciendo un puchero.

- Lo ha marcado temporalmente ¿Es que no lo hueles? – Le dijo Jin, alzando su rostro – No todos los omegas piden ser marcados en el primer celo juntos.

- Jimin, qué travieso – Se burló Yoongi, haciéndole sonrojar.

- Eres imbécil, Min – Escupió.

Todo iba bien, demasiado bien.

Hasta que el momento de risas y amor se esfumó, el potente olor a tierra mojada y bosque inundó las fosas nasales del rubio, que se volteó lentamente, para descubrir con horror que su pesadilla por fin había hecho aparición.

Baekhyun le miraba con una expresión que no supo analizar, sin pensarlo soltó la mano del alfa, poniéndose delante de él de forma automática, queriendo protegerle, conocía hasta que niveles de locura podía acceder.

- Buenos días, mi lindo omega – Dijo, apretando la mandíbula al ver como el rubio, protegía a otro que no era él.

Intolerable.

Watermelon Suga(R) ♡ YoonTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora