Watermelon Suga(R) ♡ YoonTae

IV

Ni el mismo Yoongi sabía el porqué de su actuar, aun sentía el suave toque de la piel del omega en sus dedos, necesitaba más de aquello pero no se lo permitiría. Su lobo le regañaba, insistiendo que fuese a por él, a reclamarlo, ambos sabían que era su destinado más se negaba en rotundo, no creía en aquellas historias después de lo ocurrido en su familia.

El tener un alma destinada no implicaba que tuvieras que renunciar a tus creencias para abandonar toda tu vida. Incluso si se trataba de aquel espectacular omega. Los silbidos y abucheos de los alumnos se colaron por sus oídos, devolviéndole a la realidad.

— Suga hyung ¿Me quiere robar a mi omega? — preguntó Bogum, burlándose.

— No es tuyo, mocoso — dijo con simpleza.

— Ni suyo y mire como se pone — respondió otro alumno.

Se fue irritado de allí, con los chicos riéndose por su actitud. No podía dejarse molestar por niños de quince años, tenía 28, debía ser más maduro. Entró a los vestuarios, desvistiéndose con prisa para darse una ducha, estaba exhausto. Cerró los ojos, relajándose, cuando la imagen del omega hermoso volvió a su mente, se mordió el labio, imaginando como sería sentirlo en su totalidad, jadeante y pidiendo por más debajo de él, siendo embestido con fuerza.

Su erección se hizo presente, dejándose llevar mientras recreaba en su cabeza a Taehyung con el pelo revuelto, las mejillas decoradas de un lindo rojo y rogando que fuese marcado, su mano se movió con rapidez ante aquello, masturbándose con una imagen que le resultaba asfixiantemente deliciosa. Al correrse soltó el nombre del omega por lo bajo, gruñendo ante la excitación.

Se golpeó mentalmente así mismo, se había masturbado pensando en un omega caprichoso y mal encarado, eso no podía volver a pasar, pero lo que no esperaba es que precisamente ese omega lo había estado escuchando todo con excesiva claridad, porque momentos antes de que se corriese había entrado a los vestuarios para expresarle su total disgusto ante su actitud.

Sintió que su cara ardía, escuchar al alfa masturbarse aún más, correrse, diciendo su nombre le había provocado una dolorosa erección a él también, se quedó estático en su lugar, sin poder moverse, siendo descubierto irremediablemente por el alfa.

Ambos ojos se encontraron, con Yoongi aun desnudo, sin saber ninguno qué decir o hacer. Los del omega viajaron sin poder remediarlo a la polla flamante y descomunalmente grande del contrario, haciéndole relamerse los labios ante ella. El alfa sonrió ante la imagen del omega babeando por su miembro y se dirigió hacia donde estaba.

— ¿Quieres probar? — canturreó, excitado.

Taehyung negó con la cabeza, intentando con cada una de las células de su cuerpo alejarse de él, pero su cuerpo no le respondía. Era imperioso huir de allí o acabaría entregando su preciada virginidad a ese engreído.

Una de las manos del alfa se paseó por su rostro, haciéndole ahogar un leve jadeo, su toque era electrizante, adictivo. Bajó con parsimonia por su cuello, rozando con descaro su glándula de olor, consiguiendo que cerrase los ojos, totalmente excitado. La otra mano se dirigió a la polla del menor, sobándola por encima de la tela, extrayéndole un gemido sonoro.

— Mírate, tan rebelde y ahora, tan sumiso para mí — susurró, con voz aterciopelada.

Se removió en su sitio, su mente le decía que huyera de allí pero su cuerpo sólo le gritaba al mayor que siguiese, que lo tomara como suyo en ese mismo lugar.

— No sigo porque los alumnos, podría entrar en cualquier momento, pero — acercó su rostro al oído del rubio — algún día te tendré gimiendo debajo de mi cuerpo, omega.

Dejó un leve beso en la oreja del contrario mientras le apretaba la erección levemente para luego alejarse de él. Ninguno pudo evitarlo, y en el fondo, tampoco quisieron. Con el rostro totalmente rojo por la situación, el rubio salió de allí, respirando entrecortadamente por los toques del alfa, habían sido simplemente exquisitos.

Después de aquello, el omega esquivaba aún más al mayor, sabía a la perfección que, si se volvían a encontrar a solas, éste no dudaría en cumplir con lo dicho. Aquello molestaba demasiado al lobo de Yoongi, pero a él lo relajaba, así, no habría más tentaciones. La imagen que obtuvo de Taehyung ese día había sido aún más deliciosa que la que se proporcionó, sobre todo, siendo tan irritante como lo era. ¿Quería follárselo? Sin dudarlo, pero su auto control era más poderoso que sus instintos primarios. Él no era virgen, alguna vez tuvo omegas con las que terminó su relación cuando se insinuó que querían una marca y cachorros, llevaba demasiado tiempo sin tener relaciones con nadie, ya que, todos los omegas acababan exigiendo una marca al tiempo.

Andaba de camino hacia su aula cuando pasó por la del omega y lo vio, pintando alegremente en un lienzo, se apoyó en el marco de la puerta a observarlo, se le veía muy lindo con la cara de adoración hacia la pintura que estaba poniendo.

Si sólo fuese así de tierno siempre; pensó por un momento, totalmente embobado con verle.

— Fuera — le dijo el rubio, sin voltearse a verle.

— Ya la has cagado, con lo tierno que te veías — gruñó — ¿Por qué no eres más lindo?

— He dicho que fuera — volvió a decir.

Cerró los puños, cabreado por su actitud y se dirigió hacia él, volteándole cuando llegó para que lo mirara. Abrió los ojos mucho al encontrarse al omega sonrojado y mordisqueándose el labio.

Adorable; pensó.

Ni un tornado le hubiese detenido, dejó sus creencias a un lado y besó a aquel omega que lo volvía loco, siendo correspondido al instante.