⌜Ninguno quería un amante, mucho menos una pareja con la que enlazarse, pero el destino, ese que llevaba uniéndolos miles de vida, tenía otros planes para ellos ⌟
⇝ Taehyung omega
⇝ Yoongi alfa
Los días siguientes a esa situación fueron difíciles, aunque en realidad le vinieron bien a Taehyung, ahora tenía con quien descargar toda esa pena absurda que no sabía de dónde salía. Yoongi le obligaba a sostener durante bastante rato a su bebé, después de una semana consiguió no llorar al hacerlo.
Hoy por ejemplo iban de camino a la primera sesión de la psiquiatra, ella llevaba varios casos de esto y quería que al principio estuviese también la pareja de su paciente, para ver el comportamiento hacia ella.
Estaban sentados uno al lado del otro, Yoongi observaba las bonitas facciones de su omega, volvía a tener color en la cara, ya que era constantemente obligado a comer, sus mejillas volvían a ser esas tan adorables.
Incluso sus preciosos labios volvían a colorearse de ese exquisito color rojo que siempre los caracterizaba.
- Quiero besarte, Taehyung – Dice Yoongi, totalmente embelesado con su boca – Ven aquí.
Los ojos del mencionado se abren de la sorpresa, no se esperaba semejante demostración de amor de la nada mientras esperaban a la doctora, su nuca es agarrada con fuerza y estrellan sus labios, Yoongi quiere demostrarle lo muchísimo que lo ama y lo bello que es.
¿Hay alguna mejor manera de hacer eso que regalándole un beso de amor?
Un beso más dulce de lo que aparentaba ser, llena cada célula de su cuerpo de una energía indescriptible, curando con mimo cada herida, apartando los malos sentimientos, sumiéndole en una tranquilidad profunda.
Sus labios se mueven con sincronía y sus manos se entrelazan, deshaciéndose en el otro, la doctora puede esperar un rato.
Se separan levemente, juntando sus frentes y Yoongi se emociona profundamente al ver el tono carmesí tan tierno de las mejillas de su omega, hacia demasiado que no lo veía, que no tenía la alegría de ser él, el que dibuje las tonalidades rojizas en su hermosa cara.
La puerta se abre, dejando a la doctora pasar con una gran sonrisa en su rostro.
- Buenas tardes, señores Min – Los colores en la cara de Taehyung se encienden más por ese llamado – Me ha gustado ver su relación.
- ¿Cómo? – Pregunta Yoongi sin entender.
- Tengo una cámara aquí – Y señala encima de su pantalla del ordenador – Me gusta ver a las parejas antes de entrar.
- Oh... - Taehyung agacha la cabeza, avergonzado.
- No tiene nada de lo que esconderse, su relación es sana y fuerte, algo idóneo para superar su pequeño problema – Sonríe la doctora - ¿Hace cuánto tiempo están juntos?
- Pues... apenas dos años – Responde Yoongi.
- Taehyung, si no le importa que le llame así – El mencionado asiente – Necesito que me diga delante de su pareja lo que siente.
El rubio se muerde el labio, no quiere decirlo delante del alfa, siente que puede hacerle daño con esos pensamientos.
- Taetae, no te preocupes – Le dice el mayor, entrelazando sus manos – Entiendo perfectamente por lo que estás pasando.
- Verá, siempre me he considerado un omega hermoso y desde que parí, soy incapaz de verme bien delante del espejo, cosa que inconscientemente achaco a mi cachorra... - Desvía la mirada – También tengo un miedo atroz a que mi alfa no me desee ahora que tengo esa cicatriz horrorosa.
- Esto va a ser un poco más difícil de lo que me pensaba, señor Min, le voy a pedir que salga ¿Sí? – Yoongi asiente, dejando un beso en la frente del omega antes de retirarse.
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A la hora, Taehyung con los ojos hinchados y una cara mezcla de la tranquilidad por relajada y la pena, sale por la puerta, yendo directamente a refugiarse en los brazos de su alfa, que los abre en señal de que puede enterrarse ahí.
Un lindo beso es dejado en su nuca mientras acaricia su espalda con parsimonia, supone que eso ha sido difícil, abrirse a los sentimientos siempre es algo complicado.
- ¿Quieres un helado, bebé? – Susurra – Aún podemos dejar a Momo un rato más con Jimin.
Taehyung asiente y siendo arrastrado como un bebé, se deja guiar por su alfa hasta la puerta. Cuando llegan al coche una sesión de tiernos besos por todo su rostro es dejada con cariño, limpiando con mimo todas las lágrimas derramadas, intentando desesperadamente obtener un poco del dolor de su pequeño omega.
Cuando compran el helado, se sientan en un parque, en el césped, Taehyung reposando la cabeza en el hombro de Yoongi mientras come en silencio, perdido en sus pensamientos.
El mayor carraspea, quiere decirle algo que lo anime, pero no tiene claro qué.
- Taehyung, quería darte las gracias por todo – Comienza algo nervioso – Sé que ahora mismo no te crees mucho de lo que pueda decirte, pero me has dado algo que jamás quise y sin lo que ahora puedo vivir, tengo una cachorra hermosa, curiosa y fuerte, que sólo ha sacado de mí la nariz que tanto te gusta – Taehyung ríe levemente – pero que es tu viva imagen, cada día doy gracias porque tú seas el omega que está destinado a mi desde que el mundo es mundo, que te hayas enamorado de alguien como yo es el mejor regalo que jamás pudieron hacerme – El menor le mira, con los ojos brillosos – eres rarito, caprichoso, rebelde pero jodidamente tierno, sexy y un gran padre, sobre todo un gran omega, eres mi familia y yo la tuya, no necesito nada más que no seáis tú y Momo.
- Yoon... - Murmura, abrumado por sus palabras.
- Yo te amo muchísimo, Taehyung – Traga duro – Y quiero pasar hasta el último de mis días contigo, amor.
Un beso sella esa confesión sincera e inesperada, dándole aún más fuerzas a Taehyung de seguir adelante.
