Hoy he soñado contigo...
¿Y qué hacíamos?
Creo que ser felices...
Hyunjin se encontraba regresando a su habitación con el cuerpo cansado pero el espíritu elevado por las fotos que había capturado hace tiempo de la fuente. Cada imagen era una promesa de futuras obras maestras en óleo que planeaba crear.
Sus piernas temblaban ligeramente por el agotamiento acumulado durante el día, pero eso no le impidió avanzar rápidamente hacia la cama, ansiando el merecido descanso.
Sin embargo, su prisa se vio interrumpida abruptamente por una voz conocida que resonó en la habitación. —¡Hombre, Hwang Hyunjin! El valiente que no me contesta los mensajes desde hace 2 meses.
Se giró sorprendido para encontrarse con Karina frente a él. —¿Karina? ¿Qué haces aquí?—, preguntó, sintiendo un ligero nudo en el estómago al recordar que no le había contado nada de lo ocurrido recientemente.
Ella le miró con una mezcla de sorpresa y reproche. —Pues me gustaría saber dónde está mi novio de vez en cuando, ¿no crees?
—Tú y yo no somos novios,— respondió él rápidamente, con una sincera honestidad que no pudo evitar.
—Lo sé... —Karina suspiró, notando la tensión entre ellos—. ¿Se puede saber dónde estabas todo este tiempo?
Hyunjin vaciló por un momento, sintiéndose incómodo bajo la mirada penetrante de Karina. Respiró profundamente antes de responder.
—No es de tu incumbencia —replicó bruscamente, intentando ocultar la molestia que sentía. Dio media vuelta y comenzó a caminar hacia su habitación, con pasos decididos pero pesados por el peso de las emociones que lo habían abrumado durante semanas.
Karina abrió la boca para protestar, pero las palabras se le quedaron atrapadas en la garganta mientras observaba cómo Hyunjin se alejaba. Una mezcla de frustración y preocupación la invadió, sabiendo que algo estaba mal pero sin saber exactamente qué. Se mordió el labio inferior, indecisa sobre si seguirlo o dejarlo ir.
Hyunjin cerró la puerta tras de sí con un suspiro largo y profundo, sintiendo cómo el peso emocional que había estado llevando se hacía más intenso en la privacidad de su habitación. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, silenciosas pero cargadas de todo lo que había estado reprimiendo durante tanto tiempo. Cerró los ojos con fuerza, intentando contener el dolor que amenazaba con desbordarse. La imagen de Karina aún resonaba en su mente, las palabras no dichas entre ellos pesando como una losa sobre su corazón.
Se sentía atrapado en un laberinto de emociones contradictorias: el anhelo por lo que había perdido con Felix, la confusión por sus propios sentimientos hacia Karina, y el agotamiento de intentar mantener todas esas emociones bajo control.
Hasta que de repente unos brazos lo rodearon, abrazándolo con fuerza. Hyunjin sintió miedo al principio, pero luego no pudo evitar dejarse llevar por el consuelo que aquel abrazo le ofrecía, y las lágrimas se intensificaron.
—Vamos, todo estará bien —susurró Minho en su oído, su voz cálida y reconfortante.
—Todo esto es mi culpa —murmuró Hyunjin entre sollozos, sintiendo la necesidad de desahogarse.
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Heather 2
FanfictionADVERTENCIA: Esta historia incluye escenas o menciones de temas que podrían resultar dolorosos o difíciles para personas sensibles. _____________________ A veces la disculpa nunca llega cuando se necesita, y cuando llega, ni se quiere, ni se necesit...