Heather 2

II

No va a ver volver
susurró mi mente
tiene que hacerlo
sollozó mi corazón

Después de que Minho saliera de su habitación, Felix se quedó con muchas preguntas y pocas respuestas que revoloteaban en su mente como mariposas inquietas." Querrá hablar conmigo? ¿Cómo estará él? ¿Podría todo volver a ser como antes? ¿Acaso sabe quién soy ahora?"

Sin poder contenerse, Felix se dirigió hacia las enfermeras y preguntó por la habitación de Hwang Hyunjin, un nombre que solía amar, pero ahora ya no estaba seguro de cómo sentirse al respecto. Quizás su bondad innata lo llevaba a preocuparse por el bienestar de Hyunjin antes de permitirse seguir sintiendo rencor. Le indicaron la habitación 290 y se encaminó hacia allí, con un suspiro pesado, intentando ordenar sus pensamientos para evitar estallar cuando se encontrara con él.

El pomo se sentía frío bajo sus dedos mientras abría la puerta con cuidado. Entró con cautela, cerrando la puerta tras de sí con suavidad para no perturbar el silencio que reinaba en la habitación. Hyunjin estaba recostado en la cama, con la mirada perdida en algún punto indefinido del techo. Se veía más delgado y pálido de lo que recordaba, lo cual le hizo sentir un nudo en el estómago.

—¿Felix? —la voz de Hyunjin rompió el silencio, llena de sorpresa y algo más que Felix no podía descifrar del todo.

—Sí, soy yo —respondió Felix, intentando mantener la calma mientras caminaba hacia la silla al lado de la cama.

Hyunjin lo observaba con una mezcla de emociones que Felix no podía precisar. Había una barrera invisible entre ellos, construida por el tiempo y las circunstancias que los habían separado.

—¿Cómo estás? —preguntó Felix, tratando de romper el hielo que parecía haberse formado entre ellos.

—Vivo, supongo —respondió Hyunjin, su tono era frío y distante.

Las palabras de Hyunjin hicieron que Felix se sintiera aún más perdido. No sabía por dónde empezar, cómo reparar lo que parecía irreparable.

—Lo siento por lo que pasó. No fue mi intención... —empezó Felix, pero fue interrumpido por Hyunjin.

—¿Intención de qué, Felix? ¿Destruir todo? —la voz de Hyunjin reflejaba una mezcla de dolor y amargura.

Felix sintió un nudo en la garganta ante la acusación directa. Había esperado esta conversación, pero no había anticipado cuán difícil sería.

—No, claro que no. Yo... quería hablar contigo. Aclarar las cosas —dijo Felix, buscando las palabras adecuadas mientras luchaba contra las emociones que amenazaban con desbordarse.

Hyunjin suspiró, desviando la mirada hacia la ventana.

—Ya es tarde para eso, ¿no crees?

La desesperación de Felix aumentaba con cada segundo que pasaba. Necesitaba que Hyunjin entendiera, que escuchara su versión de los eventos que los habían separado.

—Yo... solo quiero entender. Saber por qué... —sus palabras se desvanecieron mientras luchaba por expresar sus sentimientos.

Hyunjin lo interrumpió de nuevo, esta vez con una mirada dura.

—No hay mucho que entender, Felix. Las cosas simplemente terminaron.

El dolor en las palabras de Hyunjin fue como un golpe directo al corazón de Felix. Todo lo que habían construido juntos, los sueños compartidos y las promesas hechas, ahora parecían tan frágiles y distantes.

—Pero... nosotros... teníamos planes. Sueños... —intentó decir Felix, su voz temblorosa por la emoción contenida.

—Los sueños cambian, Felix. Las personas cambian.

Felix sintió como si se le fuera el aire de los pulmones. No sabía qué más podía decir o hacer para cambiar las cosas, para reconstruir lo que habían perdido.

—Yo... no sé qué decir.

—Entonces no digas nada, Felix. Ya dije todo lo que tenía que decir.

Felix luchó por contener las lágrimas que amenazaban con escaparse. Sabía que no podía forzar una conversación que Hyunjin no estaba dispuesto a tener. Con un último vistazo hacia Hyunjin, Felix se alejó de la cama y de la habitación, sintiendo cómo todo lo que una vez habían sido se desmoronaba a su alrededor.

—Lo siento, Hyunjin. Lo siento mucho.

Cerró la puerta tras de sí y se encontró solo en el pasillo del hospital. El silencio era ensordecedor, acompañado solo por el eco de sus propios pensamientos atormentados. Cada paso que daba parecía llevarlo más lejos de la posibilidad de una reconciliación, y el peso de la situación se hacía cada vez más difícil de soportar.

Felix caminó por el pasillo con pasos pesados y lentos, su mente dándole vueltas a la conversación que acababa de tener. Se sentía como si hubiera perdido no solo a Hyunjin, sino también una parte importante de sí mismo. Había tantas palabras no dichas, tantos sentimientos no expresados que parecían estar atrapados en el aire entre él y Hyunjin.