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No sé que seamos Katsuki y yo, pero me gusta... Se ha vuelto placentero pasar más tiempo con él, discutir, darnos algunos besos y simplemente sentir el calor de su cuerpo junto al mío.

El como me sostiene entre sus brazos y me mira a la cara retadoramente para luego seguir con nuestras conversaciones. Me encanta mirar como pasa de la timidez a la seguridad en cuestión de segundos, observarlo en facetas que no muestra a otros y se sienten como solo mías.

Hoy he salido con mis amigos, los cuales se reducen concretamente a aquellos con los que suelo hacer equipo: Bakugo, Mina, Ejiro, Hanta y Denki.

No es la gran ciencia, simplemente hemos elegido ir a un restaurante de barbacoa coreana, la razón: ¿qué todos aprobamos nuestros exámenes?  No sé... a Denki se le ocurrió, dijo que eran buenos y decidimos hacer de segunda.

He llegado justo a la hora, sin embargo, ya todos están reunidos aquí. Decido sentarme entre Mina y Hanta como usualmente hago, después de todo es una reunión con amigos, no una salida de los sábados. Bakugo simplemente me observa un tanto confundido, sin embargo, logra mantener la compostura. Mis amigos son mis amigos.

—_______, luces radiante— me hace un cumplido mi amiga, joder, si ho luzco bien ella luce hermosa, aprecio si atención  al detalle —. Que lindo tu cabello.

—Gracias— respondo con una sonrisita, los muchachos simplemente se mantienen en lo suyo —, supongo que debe ser el nuevo acondicionador— explico —. Tu te ves muy bien— agrego torpemente.

—¿Y cómo me veo yo?— pregunta Denki a modo de broma.

—Como un imbécil— respondo siguiendo el juego.

—Que delicada— comenta riéndose y mirándome, sonrío en complicidad.

Los chistes de Denki son los únicos moderadamente graciosos dentro de este grupo de amigos, es por ello que es con quien suelo tener más conversaciones divertidas durante las salidas.

Ordenamos lo suficiente para todos en la mesa y esperamos por nuestro pedido mientras conversamos cuestiones de la escuela. Ya vamos a mediados del segundo año, el tiempo pasa muy rápido y corremos junto a él, hemos hecho tantas cosas que parecemos personas completamente distintas a las que llegaron por primera vez a la U.A.

Una vez llegada la comida, comenzamos a cocinarla y como siempre, comienza el revuelo, es de esas comidas que le gustan a todos, comen rápido y con ganas. No me preocupo, vamos, que si como muy rápido me da indigestión y mis amigos no son lo suficientemente aprovechados como para dejarme sin comer.

Mirarlos comer es un experimento curioso, es como si su parte instintiva predominará y eso es bastante gracioso. Como con tranquilidad, otro punto por el cual soy lenta es que no llego muy bien al centro de la mesa y debo levantarme ligeramente para tomar mi ración.

—Ten, ________, este está bueno, anda, cómelo— me indica Hanta, colocando el pedacito de carne sobre mi plato —. También come verduras, para que no te haga tanto daño— me dice en voz baja también poniéndole algunas verduras.

—Gracias— le digo sin importarme lo último, al menos me dio comida.

Bakugo me mira mal, ¿qué hice? Hombre, así nos comportamos siempre que salimos.

—Toma, es tu corte favorito, cómetelo— me dice Bakugo, tratando de colocar un nuevo pedazo de carne en mi plato, cuestión que no le permito, retirando el traste.

El parece molesto conmigo, pero, luego también mira a Hanta con desdén. Bakugo... ¿cuándo voy a entenderte? Que raro es, cuando creo que ya lo estudié suficiente sale con algo nuevo.

MOLECULAR. Bakugo Katsuki X LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora