En un mundo gobernado por la oscuridad, la mayoría de los pueblos sufrían bajo la opresión de los señores de la guerra y los magos oscuros. Pero en el sur, había un pequeño pueblo que todavía luchaba por sobrevivir contra viento y marea. Allí, un hombre llamado Aron proveniente de la línea Edevane había sido bendecido por un dios para salvar a su pueblo de la oscuridad que los rodeaba.
Aron había recibido el don de la sanación, y su habilidad para curar a los enfermos y heridos se había vuelto legendaria en todo el pueblo. Con su don, Aron salvo a muchas personas de enfermedades mortales y lesiones graves. El pueblo del sur comenzó a prosperar, poco a poco, la luz comenzó a regresar a la región.
Pero el territorio norte, que no había logrado librarse de la oscuridad antes que el sur, estaba celoso del éxito de Aron y su pueblo. El gobernante del territorio norte, un hombre llamado Tormund proveniente del linaje Makarova, había visto el poder de Aron y quería controlarlo para sí mismo.
Sin embargo, Aron no estaba dispuesto a abandonar su pueblo y su don para complacer al gobernante del territorio norte. Tormund se enojó y juró destruir a Aron y su pueblo, y así comenzó una enemistad entre ambos hombres.
A medida que la tensión entre el sur y el norte aumentaba, Aron se dio cuenta de que no podía salvar a su pueblo solo con su don de la sanación. Decidió buscar la ayuda de otros dioses para luchar contra el gobernante del territorio norte. Con la ayuda de un dios de la guerra, Aron aprendió a luchar con espadas y lanzas, y pronto se convirtió en un guerrero habilidoso.
Finalmente, el territorio norte atacó el pueblo de Aron, pero gracias a sus habilidades de sanación y su nuevo don de lucha, él y su pueblo lograron defenderse del ataque. La lucha de Aron con el gobernante del norte fue intensa y peligrosa.
A pesar de que Aron había sido bendecido con el don de la sanación, nunca había usado su poder para lastimar a nadie. Sin embargo, en esta ocasión, Aron no tuvo otra opción.
El gobernante del norte era un hombre ambicioso y despiadado que quería controlar todo el territorio, incluyendo el sur. Cuando supo que Aron había sido bendecido por un dios y que tenía el poder de salvar a su pueblo, sabía que debía obtenerlo, pero ante el rechazo que recibió como contestación, el gobernante decidió que era mejor eliminar a aron.
Cuando comenzó la batalla, Aron intentó usar su don de la lucha para detener al gobernante del norte, pero pronto se dio cuenta de que su oponente era demasiado fuerte para él. Entonces, en un acto desesperado, Aron usó su conocimiento en la magia oscura para lanzar una maldición sobre el gobernante del norte.
La maldición convirtió al gobernante del norte en un híbrido de oso negro cada cierto tiempo, lo que lo hacía mucho más peligroso y difícil de combatir. Además, su mano izquierda se ennegreció como si hubiera sido quemada por el fuego, y la maldición se extendió a cada uno de sus herederos al trono.
Cada vez que un heredero al trono del gobernante del norte nacía, la maldición se activaba y su mano izquierda se ennegrecía. Además, cada heredero estaba destinado a convertirse en un híbrido de oso negro en algún momento de su vida, a menos que encontrara a su amor destinado.
A pesar de que la maldición fue terrible, Aron sabía que era la única forma de proteger a su pueblo. La batalla termino con la victoria de Aron, y el gobernante del norte regresando a su territorio, donde sufrió el resto de sus días como un hombre maldito.
La maldición fue una carga pesada para el gobierno del norte y su linaje. Cada vez que un nuevo heredero nacía, la preocupación por la maldición aumentaba. A pesar de sus esfuerzos, nunca pudieron encontrar una manera de romper la maldición.
Sin embargo, hubo algunos herederos que lograron romperla al encontrar a su amor destinado. La maldición se desvaneció para ellos, y vivieron largas y prósperas vidas al frente del territorio norte.
La maldición lanzada por Aron fue un recordatorio para todos los peligros de la magia oscura, pero también fue un ejemplo del poder que puede tener un solo hombre bendecido con el don de los dioses.
Después de la muerte de Aron muchos años después, su legado continuó vivo en el pueblo del sur. En lugar de dejar que su don muriera con él, Aron dejó una tradición en su pueblo. Cada primer varón en nacer en su familia obtendría su don y, por lo tanto, se convertiría en el líder del pueblo.
A medida que pasaron los años, la tradición de Aron se mantuvo viva y cada primer varón en nacer obtuvo su don. Aprendieron a usarlo para ayudar a su pueblo y se convirtieron en líderes sabios y respetados. Además de curar a los enfermos, también se convirtieron en consejeros y protectores de su pueblo.
Con el tiempo, el pueblo del sur se convirtió en un lugar de prosperidad y paz, gracias en gran parte a la tradición de Aron. A pesar de que Aron había salvado al pueblo del sur y les había dado un don para gobernarlos, el territorio del norte nunca lo aceptaron ni a él ni a sus descendientes. La enemistad entre ambos territorios perduro largos años y las batallas entre ellos eran comunes.
A medida que pasó el tiempo, las leyendas y mitos en torno a la maldición se cerraron en parte de la cultura popular del territorio del norte, y muchas personas creyeron que la única manera de romperla era encontrar y matar a la descendencia de Aron.
La tensión entre los dos territorios nunca desapareció del todo, y aunque hubo algunos intentos de establecer una paz duradera, nunca se llegó a una resolución definitiva. La enemistad entre el sur y el norte perduró durante generaciones, y la maldición de Aron siguió siendo parte de la historia y las leyendas de la región.
Aron se convirtió en una leyenda y su historia fue transmitida de generación en generación. Su legado había dejado una huella imborrable en la historia del pueblo del sur. La tradición de la sanación se mantuvo durante siglos y el don de Aron se convirtió en una de las bendiciones mayores que su pueblo había recibido.
ESTÁS LEYENDO
Love Curse Kings - Spruan
Fanfiction¿Que se supone que deba de hacer cuando tiene a uno de los herederos de la familia enemiga frente suya diciendole que son una pareja destinada? - ¿perdona? ¿a qué te refieres? - La respuesta que menos espero llego después. - Usted, rey del sur...