Love Curse Kings - Spruan

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Todo está difuso en su mente, realmente no sabe lo que pasa o pasó para que llegara a este momento. Está tendido en una cama, bajo el cuerpo robusto de spreen y con sus garras traspasando su piel mientras siente su sangre correr a lo largo de su antebrazo y caer a las sábanas bajo él.

¿Cómo es que había llegado a esto en un principio? No lo sabe, o tal vez sí, pero no puede recordarlo. Su mente se ha vuelto una laguna oscura y turbulenta que no le deja ver el fondo, donde sabe que está la respuesta a absolutamente todo, a sus dudas, a sus preguntas tontas, la respuesta de cómo llegó aquí y cómo podría librarse.

Pero ya lo había dicho, su mente es un caos y no hay forma de que su estúpido cerebro se calibre y le muestre la salida de las garras sobre él. Su cuerpo entero se sacudió cuando los colmillos volvieron a rozar su cuello, extendiéndose desde la base de su cuello hasta quedar debajo de su oreja, la nariz de spreen quedaba justo sobre esta y podía escuchar la tormentosa respiración agitada del híbrido.

Sus manos se aferraron al saco azul del traje de spreen cuando la lengua salió de nuevo de parte del más joven. Admitirá a cualquiera que le pregunte que su estómago dio un vuelco y sintió una desagradable sensación de asco subirle hasta la boca.

Cerró los ojos esperando que eso ayudara a ignorar su alrededor, a ignorar la posición en la que estaba y las existentes posibilidades de cosas que spreen podía hacer con él. ¿Tal vez lo mataría o lo usaría como presa y se lo comería cuando fuera un oso completamente transformado? ¿O quizás la opción que menos deseaba, spreen lo usaría para su propio instinto animal? No lo sabe, pero tampoco quiere ser conocedor de lo que spreen pueda hacerle.

Ahora mismo se arrepiente de no haber hecho caso en su juventud a su instructor de caza, quien una vez le habló de cómo librarse de un oso y de las posibilidades demasiado bajas de que saliera vivo o ileso de uno.

Un grito escapó de su boca cuando los colmillos que habían estado rascando su piel dejando una sensación desagradable de ardor, bajaron hasta la unión de su hombro y cuello y se encajaron profundamente en el lugar.

Sus ojos se abrieron inevitablemente por el dolor, su boca se convirtió en un manojo de jadeos y siseos de dolor. Sintió una punzada intensa en su hombro cuando spreen apretó más la mordida y los colmillos rasgaron dentro de él.

Sus manos que estaban aferradas al saco se apretaron más, incluso con una de ellas trató de empujar o golpear a spreen, pero sus intentos eran patéticos y fallaban completamente, incluso le crearon mucho más dolor pues los movimientos hicieron que las garras en sus antebrazos se movieran y provocaran que el brote de anteriormente hilos de sangre se convirtiese en unos chorros delgados, pero aun así mayores que los anteriores.

Una mueca se posó en su rostro cuando los colmillos retrocedieron lentamente hasta que spreen había levantado su cabeza de su hombro y la imagen monstruosa del muchacho con el pelo desarreglado, los ojos completamente negros, el ceño levemente fruncido y la boca y mandíbula manchada de sangre se le reveló ante él.

Admitir que sintió miedo no sería tan difícil si no fuera un ser lleno y alimentado por su ego. Aunque verlo ahora, con los ojos abiertos al máximo, sudando frío y con el corazón tratando de salir de su caja torácica, las piernas temblándole y aferrándose a la camisa de su atacante como si eso lo fuera a salvar.

Un grito y estruendo fue lo último que escuchó antes de que sus ojos se nublaran y perdiera la conciencia.

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Mas tarde se despertó en la enfermería, la habitación estaba a oscuras a excepción de una pequeña vela que alumbraba un poco en la mesita a su lado. Sus ojos se sentían pesados, como si sus parpados hubiesen sido remplazados de piel a hierro y por ende le era tan inhumano poder mantenerlos abiertos.