Love Curse Kings - Spruan

15

El sonido de un piano en el fondo es lo que lo obliga a abrir los ojos, la imagen del techo de madera clara lo recibe y un destello naranja de luz que entra de la ventana hace que su mano se levante del suelo e intente cubrirse.

el piano sigue tocándose cuando finalmente se levanta y mira a su alrededor, es la sala de tutorías en la que su maestro solía enseñarle los diferentes instrumentos que su padre lo obligaba a practicar. No se sentiría tan confundido de estar en dicho lugar si no fuera porque no recordaba haberse quedado dormido ahí nunca.

una nota repentinamente fuerte en la melodía del piano lo hace asustarse y mirar directo a donde sabe que el instrumento está ubicado, en él no hay nadie.

"¿que carajos?" susurra mientras se talla los ojos para alejar la somnolencia y después levantarse del suelo, camina hasta el rincón del piano y se siente en el taburete del mismo, aún con suficiente pereza mira las partituras que reposan en el atril del piano y concentra su atención en el nombre en la cima de esta.

en el francés usualmente usado por los artistas del sur "Ballade de l'Ours Solitaire," o en español "balada del oso solitario", una melodía que de joven su maestro le enseñó bajo promesa de no contarle a su padre de esta.

usualmente ningún artista del sur usaba a los osos como referentes para sus historias, pero su maestro, un hombre liberal y amante de la naturaleza que se empeñaba en amar cada ser existente en la tierra, había ignorado a sus colegas e incluso a su propio rey y le había enseñado a tocar la melodía perfectamente.

nadie aparte de él y su maestro sabía tocarla, "es algo único para nosotros" había dicho su profesor cuando él le preguntó el porqué, "veo en ti el lo que veo directamente al ver los ojos de una de esas bestias, la soledad" había añadido antes de dejarlo en su última clase.

su padre se enteró de la existencia de la melodía y que él la había aprendido, esa fue su última melodía y la única que aún puede recordar.

incluso si han pasado años, se siente confiado de posar sus dedos sobre el teclado, las teclas se sienten extrañamente familiares y nostálgicas que hacen que su pecho se caliente en un sentimiento reconfortante.

acaricia el instrumento con tanto cariño que ni siquiera sabe cuándo es que estas se convierten en el tacto de la melodía, sus dedos viajan de un lado a otro presionando aquí y allá, una chispa de emoción crece en él cuando se da cuenta que no le es necesario levantar la vista para mirar la partitura por que sus dedos conocen el camino.

la dulzura y tristeza se mezclan en cada nota, un viaje en los recuerdos de su infancia aparecen en su mente y no puede evitar contener el aire cuando está en la parte más importante de la canción.

"¿lo sientes?" su profesor una vez le dijo, "¿ puedes sentir el sentimiento del oso, su soledad indefinida?" había preguntado y él solamente había dicho" lo siento, está triste y quiere algo que no puede tener" antes de fallar en una nota y volver a empezar.

según su profesor, "Ballade de l'Ours Solitaire," contaba la historia de un oso en la montaña, alejado del mundo y sin nadie a su alrededor, su más grande deseo era ser un animal diferente, pues los otros animales huían de él en cuanto lo miraban, se asustaban de sus colmillos y de sus garras, sus sonidos ahuyentaba incluso a los insectos y ni siquiera los de su propia especie parecían quererlo.

"está condenado a la soledad" le dijo su profesor cuando él le preguntó por qué el oso debía vivir así, "¿yo también estoy condenado a la soledad?" le pregunto cuando le dijo sobre lo común entre el animal y el mismo.

se sorprendió cuando el hombre negó y con una sonrisa llena de empatía y amabilidad le dijo " no, estás condenado a ser el oso ".

sus manos temblaron cuando por fin las aparto del teclado, sus mejillas se sentían caliente y podía sentir el calor ensordecedor de su pecho subir hasta su garganta y salir de él en un suspiro retenido, él repentino cansancio lo hizo caer sobre su espalda hasta el suelo y mirar el techo claro por una última vez.