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- ¡ATACAD!

El grito gutural de un batallón completo resonó en el campo de batalla, tropas de miles de hombres avanzaron unos contra otros aplastando carne y todo lo que tuviesen enfrente.

La imagen era una completa pesadilla, cuerpos mutilados y hombres aun vivos implorando piedad adornaban el hermoso campo que una vez fue verde y que hoy estaba pintado de un rojo pecaminoso.

El ruido de las espadas chocando entre sí y los gritos de los hombres esforzando su cuerpo hasta agotarlos remplazaba lo que antes era el canto de las aves y el viento golpeando la hierba alta.

Hoy ante los ojos de juan, se cumplía una de sus peores pesadillas, la inevitable y desastrosa guerra.

Lo que evitó durante tantos años, lo que su padre logro, él ahora lo echaba todo a perder. La rabia, tristeza e impotencia se mezclaban en una sola y hacían de su corazón una plasta de remordimiento.

Era todo culpa de él, si no hubiese sido orgulloso en aquel momento esto no estaría pasando, no estaría mirando a sus hombres ir al campo y morir bajo las manos de los guerreros del norte; él realmente trato de evitar esto, pero su propio cargo se lo impidió.

Cuando la noticia de el detonante de la guerra fue dada a conocer al comité y cuál era la única opción para evitarla, la exaltación y negación reino sobre su propia palabra y básicamente le prohibieron rendirse.

Zorman le dijo: "no puedes aceptarlo, eres un rey y lo que él está haciendo es una ofensa, tanto para tu reinado como para el pueblo. Debes de luchar, aunque sea lo último que hagas"

La opción de rendirse ante el rey del norte se le fue arrebatada de las manos y le obligaron a salir a una guerra donde no le dejaron participar, no había otro modo de hacerlo sentir más miserable que iniciar algo de tal magnitud y quedarse solo mirando.

Porque eso significaba ser rey aquí. iniciar todo y dejar que los nobles se hagan cargo de ello.

Esa era una de las razones por la que él y su padre odiaban la guerra, era un simple acto de honor, pero no había nada de honor en la muerte y eso juan lo tenía más que claro.

El ruido de un cuerno que indicaba la llegada de más tropas resonó por 3ra vez en el día, su estómago se revolvió de solo escucharlo.

- ¡están llegando más, son demasiados para nuestros hombres! – Uno de los generales que manejaba a las tropas hablo preso del pánico mientras miraba al comité y a su rey.

el comentario del hombre hizo eco en su mente y se volteo para dejar de mirar la escena grotesca y ver ahora las caras pálidas y preocupadas de los hombres que lo acompañaban.

- Cuantos de ellos hemos perdido – le pregunto con la voz más tranquila que pudo ofrecer.

- ¿en total o solo hoy? – el general respondió con un tono incomodo en su voz

suspiro antes de mentalizarse y preguntar de nuevo.

- En total – la voz le tembló un poco.

El general titubeó, ni siquiera el parecía seguro de la cifra y eso solo hizo la culpa más palpable.

- Alrededor de 2 mil hombres –

El corazón casi se le detiene al escuchar la respuesta, ¿eran tantos? ... dios... el ... él había provocado esto y aun así se sentía capaz de ponerse melancólico y culpable de la muerte de su gente.

- No son muchos a comparación de la guerra que vivió su abuelo. En ese momento hablábamos de miles de hombres – uno de los más ancianos en el comité menciono como si eso fuera algo de lo que estar orgulloso.

Love Curse Kings - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora