01

834 131 60
                                    

- ¿Por qué estas llorando?

La voz del pequeño pelinegro fue amortiguada por el llanto del príncipe a su lado.

- ¡no quiero ser rey, no quiero ser como mi papá! –

El llanto de juan aumento y paso de amortiguar sus quejidos a simplemente dejarse llevar por los sentimientos en su pequeño corazón. Zorman, su fiel amigo, lo miraba confundido.

- ¿Por qué no? ¡Ser rey es genial! –

El pequeño hablo desde la inocencia que juan ya no conservaba, el pequeño mago miro a su amigo y le dio un leve empujón frustrado.

- ¡tú no sabes nada, ni siquiera eres un príncipe! –

Las palabras dichas sin intención de lastimar removieron el pecho del pequeño zorman quien se cruzó de brazos y sus labios se fruncieron en un mohín triste.

- Pero mi papá dice que lo soy –

Las palabras susurradas por el pelinegro hicieron a juan dejar de concentrarse en su propio berrinche.

- Tu papá solo te lo dice porque no quiere que estés triste –

El tono serio en la voz del pequeño juan hizo que zorman comenzara a llorar, juan le miro sorprendido de haber hecho que su pequeño amigo llorase, trato de acercarse al niño, pero este le alejo.

- ¡eres malo! –

El pequeño zorman le grito mientras se limpiaba las lágrimas y trataba de que sus mocos no le mancharan el traje que su madre le había escogido.

- ¡no es verdad!, ¡yo soy bueno! –

La acusación falsa del pelinegro hizo que juan se enfadara y se negara a que su amigo le llamara malo.

- ¡si lo eres, igual que los osos del norte! –

Juan miro sorprendido a su amigo, por unos segundos la rabia de querer darle un golpe al otro niño le invadió, pero, el recuerdo de su nana diciéndole de no pelear con otros niños lo detuvo; aun así, la comparación lo ofendió tanto que lágrimas de enojo retenido se le escaparon, ¡él no era malo! ¡no era como los horribles osos!

- ¡mentiroso, yo no soy un oso malo del norte, soy un mago muy poderoso! –

El pequeño juan se levantó y jalo a su amigo para que se levantase también, zorman protesto mientras trataba de apartarse del agarre del príncipe. Los jaloneos y quejidos de ambos llamaron la atención de cierta dama que los buscaba a ambos por todo el castillo.

- ¡príncipe juan, joven zorman, soltarse ambos ya! –

El grito de la mujer llamo la atención de ambos niños quien al verla rápidamente se soltaron y comenzaron a balbucear acusaciones uno con el otro.

- ¡nana te lo juro, él ha empezado!, ¡hasta me ha comparado con un oso del norte! –

Juan trato de echarle la culpa al pelinegro, pero este también se defendía diciendo que él había empezado todo, la mujer ya algo anciana levanto su mano en un gesto que hizo que ambos niños se callasen enseguida, los lloriqueos y balbuceos se detuvieron y por fin pudo hablar.

- Os he dicho que fueran al gran salón, no que anduvierais corriendo por todo el castillo, zorman anda que tu padre que te espera urgentemente –

El pelinegro salió corriendo tan solo la "luz verde" fue dada para él, juan quedo atónito ante la figura diminuta que corría por el pasillo y que se burlaba de él.

Love Curse Kings - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora