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Mas tarde ese mismo día la puerta volvió a sonar, el tintineo de la llave en la cerradura le creo una ansiedad que había estado acumulando en tiempo que había estado encerrado.

Cuando la puerta de madera fue abierta de ella entro el chico alto con una bandeja de comida en sus manos, cerro la puerta tras el y camino hasta la cama donde el había estado hecho una bola todo el día mientras esperaba que algo pasara.

El chico puso la bandeja frente suya y el olor de una sopa de crema le hizo sentir lo hambriento que estaba su estómago. Se enderezo y se sentó sobre la cama, el muchacho también se sentó, pero fue en una esquina retirada de el para darle su espacio y poder comer tranquilo.

Agarro el cuenco cálido por el liquido y lo olio, aun si se estaba muriendo de hambre no era tan descuidado para probar algo de estas personas que no conocía.

- Tranquilo, no tiene ninguna cosa rara más que la crema de champiñón –

Miro al joven y este le miraba de regreso, con una de sus manos hizo una seña para que se animara y comenzara a comer.

"bueno, no tiene pinta de matarme" pensó antes de agarrar con la cuchara la sopa y comenzar a comer, el calor del liquido alivio el ardor en su garganta lastimada por lo que comió con gusto cada una de las cucharadas del manjar en sus manos.

Cuando termino y estaba sorbiendo literalmente las ultimas gotas de la sopa, el chico que había estado en completo silencio se rio llamando su atención; Bajo el plato que le tapaba la vista y miro al chico de lentes.

- Nunca espere ver a un rey sorbiendo un plato como un niño pequeño –

La burla en la voz del chico lo hizo sentir avergonzado y dejo el plato sobre la bandeja en un movimiento lento, incluso sentía sus mejillas calientes.

Hubo un silencio un poco incomodo para el dónde no supo que hacer, había terminado de comer y pensó que el chico iba a irse de la habitación, pero el aún seguía ahí sentado mirándolo.

- Por cierto, soy mariana, estuve cuidándote durante los días que estuviste inconsciente ... balbuceas mucho –

Hubo una risa leve proveniente del ahora reconocido como mariana y la vergüenza lo volvió a atacar. No sabia que tantas estupideces habría dicho mientras no estaba consciente que este hombre pudiera haber escuchado.

Mariana volvió a reírse, pareció notar que estaba divagando en su propia vergüenza pues poco después dijo:

- No se preocupe rey juan, no dijo nada de lo que avergonzarse, es más, ni siquiera pude entender ni una de las cosas que salían de su boca –

Asintió ante las palabras de mariana, saber que el chico no había escuchado o entendido nada raro de el le aliviaba un poco. El silencio entre ambos estuvo nuevamente, pero esta vez mariana si se levantó y recogió la bandeja.

El chico estaba por irse cuando la ansiedad de volverse a quedar solo lo ataco y le hablo al chico.

- Oye ... ¿podrías quedarte un poco más? ... no me gusta estar solo –

Mariana lo miro y después de unos segundos asintió con una sonrisa en su cara y regreso a la cama, esta vez dejo la bandeja en un mueble cerca de la puerta.

- ¿tu garganta esta mejor? Hace rato apenas y se te escuchaba –

Asintió a la pregunta de mariana, la sopa le había ayudado un poco con el dolor y ya no era insufrible poder hablar. Dejo de lado su propia existencia y miro al chico, curioso por saber algo mas que su nombre comenzó a hablarle.

Love Curse Kings - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora