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Su tiempo en la tina se termino cuando un guardia lo llamo para acompañarlo fuera, se vistió con las mudas de ropa que mariana dejo para el y acompaño al guardia por los pasillos oscuros del castillo, llegando hasta la puerta principal que juan no había tenido el privilegio de ver cuando llego.

Spreen estaba en el jardín principal junto con dos caballos, un Mustang negro a su lado izquierdo, con un porte hermoso y que desde donde juan lo miraba, se notaba el recelo del animal a cualquier persona que se acercase a su dueño.

Y al lado derecho un ya conocido semental blanco que juan amaba con su corazón, Argent, el único animal por el que juan podía reaccionar a capa y espada para proteger.

Su corazón fue llenado de una cálida sensación de alivio y cariño cuando vio al caballo, feliz de ver algo con lo que estaba familiarizado; el animal estuvo igual de feliz, relincho y pataleo en su lugar donde uno de los guardias lo sujetaba con fuerza para que el animal no huyera.

Corrió hasta Argent y cuando estuve cerca enredo sus dedos en el pelaje blanco del animal, le dio su mejor sonrisa al caballo e incluso se olvido de spreen y los guardias que lo miraban fijamente aferrarse al animal como si su vida dependiera de ello.

Después de unos minutos, juan reacciono y paseo su mirada entre los espectadores hasta que por fin spreen fue su objetivo; la sonrisa en su rostro no desapareció cuando pregunto.

- ¿Cómo? -

La pregunta fue corta, los guardias no entendieron, pero juan no esperaba una respuesta de ellos, en cambio spreen respondió.

- Me dijiste que era tu única mascota, hable con zorman el día que llegamos y el accedió a mandarlo -

La respuesta basto para saciar el hambre de duda de juan, volvió a ignorar a los otros hombres y le dio su completa atención al animal, acaricio un costado de su hocico y miro los ojos negros del caballo, donde podía ver su propio reflejo.

Parado frente al animal con sus cabellos hechos un desastre, los lentes adornando su rostro sonriente y su ropa que era tan extraña de ver en él por los colores azules no usuales en su ropero; spreen miro al rey mayor, vio como actuaba tal como un niño pequeño con su juguete favorito de regreso, eso hizo que su ceño fruncido se suavizara y su cuerpo que había estado tenso por la reacción de juan, por fin se calmara y dejara un poco de paz en él.

- Puedes montarlo, vamos a dar un recorrido por el bosque -

Spreen aviso mientras el mismo se daba la vuelta y se subía a su propio caballo, juan lo miro esperar a que lo imitara, le dio unas ultimas caricias a Argent antes de rodearlo y subir a su lomo.

Una vez arriba juan casi suspira de la sensación conocida del caballo acoplado a sus muslos, enredo sus manos en las riendas del animal y acaricio la correa con cariño; se sentía como si hubiera pasado mucho desde que se había alejado de algo conocido, en realidad era una semana, pero juan lo sentía como una eternidad (además de que la mayoría del tiempo estuvo inconsciente).

El caballo de spreen troto un poco alejándose de los guardias mientras que el rey mas joven miraba a juan esperando que lo siguiera, juan lo hizo y avanzo en un mismo trote hasta estar a un lado de spreen.

- Tomaremos nuestro propio camino desde aquí, regresaremos para la cena -

Spreen se había volteado y dirigido a los guardias que habían estado esperando a que los reyes tomaran sus propios animales, ambos hombres asintieron al pedido de su rey y regresaron al interior mientras juan y spreen avanzaban por el jardín hacia la salida del castillo.

La sonrisa de juan no desapareció mientras avanzaban, una de sus manos dirigiendo la rienda del caballo y la otra en el cuello de este, dando leves caricias como solía acostumbrar a hacer cada que montaba a Argent.

Love Curse Kings - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora