"No tengo nadie a quien contarle esto, así que seré breve. Mi jefe, Kelios está empezando a adoptar conductas cuestionables, y me está utilizando para llevar sus siniestros objetivos a cabo. Me ha utilizado para secuestrar monstruos, me ha utilizado para traerle sujetos de prueba, y ahora pretende que coloque dispositivos de espionaje en una cueva de Hotland que vete tú a saber para qué los quiere ahí. Me ha gritado, me ha agredido, ha abusado de mi confianza y me ha mentido para mantenerme cerca, o al menos eso pienso cuando se hacía el interesante y me hablaba del piso de abajo. No sé si esas cosas que me inyectaban bloqueaban de alguna forma mi capacidad de crítica, pero me está costando escribir esto, es como si no tuviera poder para valorar mis actos, para valorar si son buenos o malos, tampoco sé si me ha hecho algo mientras dormía para poder controlarme, pero hasta hace poco era capaz de convertirme en su esclava con tan solo tocarme, me temo que aun tiene ese poder... No voy a poder seguir sus órdenes para siempre como las cosas sigan así, es más, no recuerdo ya ni por qué demonios acepté trabajar para él ni en qué estaba pensando... De todas formas, voy a averiguar qué se trae entre manos y, si estos trabajos no terminan de arruinar mi imagen en el subsuelo, le enseñaré este texto a Asgore, junto a una carta de renuncia. A pesar de mi enfado, a pesar de la tristeza y a pesar de la impotencia que siento, tengo mis dudas acerca del comportamiento de Kelios, cada vez más disfuncional... ¿Será que algo no está bien en su cabeza?... ¿Serán las grietas las que están acabando con él igual que conmigo?... No lo sé. Haré todo lo posible por recuperar mi sentido crítico y seguiré escribiendo si veo que me ayuda a continuar, pero a partir de ahora, estoy por mi cuenta, pero primero, a hacer el trabajo sucio de Kelios una vez más..."
La Ayudante se guardó la tablet en su bolsillo, apenas había avanzado unos metros desde que Kelios la echó del laboratorio por las malas, sin su teléfono, y con esa pulsera del demonio no conseguiría llegar muy lejos, por muy mal sabor de boca que le dejase, tendría que ayudarlo una vez más, y esta vez en un trabajo más complicado que el resto. Antes de que la puerta del laboratorio se cerrase, Kelios le tiró un papel que por poco se quema al entrar en contacto con el suelo, cosa bastante inquietante teniendo en cuenta que ya estaba escrito cuando llegó. La letra era minúscula y al pasar el dedo por el borde se dio cuenta de que no era un sólo papel, sino varios.
El primer papel decía lo siguiente :
"Bien hecho en tu último trabajo, tengo algo más complicado para ti pero que se limita única y exclusivamente a Hotland, lee atentamente. Dado que no puedo mantener estas cosas en el laboratorio, he escondido una serie de dispositivos de vigilancia en un lugar específico de Hotland, no te preocupes porque alguien los encuentre, nadie lo hará y solo tú sabes encontrarlos. La zona de delante está en construcción como bien sabes, el proceso de automatización de Hotland no ha acabado aun, por lo que tendrás que usar el viejo sistema de raíles para llegar hasta ellos, de momento móntate y viaja hasta la parada R2, cuando llegues, pasa al segundo folio.
Te habrás percatado de que te he colocado una pulsera, te servirá para que sepa tu ubicación exacta y no te pierdas, si te vas por el camino equivocado, te enviaré una señal desde aquí para que vayas por el camino correcto.
Buena suerte."
Ese último párrafo era especialmente molesto, ya que pudo comprobar minutos antes la naturaleza de esa "señal", aun así la Ayudante obedeció y se dirigió a la única vagoneta disponible, y desde ahí presionó el botón "R2". Las obras habían avanzado desde la última vez que las vio, sistemas de transporte rápido se empezaron a implementar junto a una serie de sistemas de seguridad... ¿seguridad para qué?...
Muchos caminos de roca que anteriormente estaban incomunicados empezaban a unirse unos a otros, y Hotland cada vez tenía mejor cara. En el camino observó que en la intersección de varios trozos de tierra al parecer uno de los albañiles había conectado un camino con otro de forma que si tratabas de recorrerlo, empezabas a dar vueltas en círculos, y uno de los jefes de construcción estaba echándole la bronca por eso, para la Ayudante fue simpático ver como discutían al mismo tiempo que se alejaban conforme la vagoneta subía, lo siguiente que vio fue el raíl de al lado cortado por las obras, al parecer iba a los pisos superiores dejando al Núcleo totalmente aislado. Un pequeño revés en sus planes, ya que cuando visitó la capital por última vez y volvió no encontró ninguna barrera en el camino... ¿Quizás mientras estaba "dormida"?...
ESTÁS LEYENDO
The Lost Human - Ep. 2
AventuraUna sombra se cierne sobre la totalidad del Subsuelo, el humano cayó en las garras del olvido y la historia del Subsuelo se manchó de sangre por primera vez en mucho tiempo. Pero muy ignorante e inocente hay que ser para pensar que la desgracia term...