Si no te gusta este tipo de escenas, puedes no leer, no afectará en nada con la historia.
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Samantha comenzó besando lo poco del cuello que el collar de Abril dejaba ver, a penas unos centímetros debajo de su mandíbula, hasta perder un poco su nerviosismo, comenzando a succionar y lamer la piel de la chica, acercó más el cuerpo de Abril al suyo, la omega ajustó más el agarre de sus piernas, jadeando, permitiendo que la mayor recorriera más los muslos de Abril con sus manos, yendo hacia la parte interna, subiendo por estas, rozando un poco la intimidad de la omega, para luego seguir subiendo, acariciando sus glúteos.
Samantha dejó un brazo sosteniendo el cuerpo de Abril, mientras la otra subía por debajo de la remera de la omega, volteándose mientras la llevaba hacia la cama.
Dejó a Abril sobre está, separándose de ella para quitarle la remera (su remera) junto a su sujetador, para seguir con los besos por sus clavículas, dejando marcas hasta llegar a uno de los pezones de Abril, que también besó, lamió y succionó para placer de la omega.
Al continuar con el otro, Samantha alzó la vista un poco para ver el rostro de Abril, totalmente ruborizado, con los ojos cerrados y los labios entre abiertos, con el pelo revuelto y una expresión algo desesperada, necesitada.
Con sus manos, Samantha delineó el cuerpo delgado y bien formado de Abril, enganchando sus dedos bajo el elástico de los pantalones y panties, tirando hacia abajo, deshaciéndose de ambas prendas, dejando a Abril desnuda sobre las sábanas.
La rubia no pudo evitar alejarse un poco, deteniéndose para ver el cuerpo de la omega debajo suyo, como admirando su obra.
Aunque la sentía más como su propiedad. Su loba pedía reclamarla, aunque la parte humana de Samantha decía que era muy pronto, pero concordaba con sus sentimientos.
En ese momento sintió que Abril era suya, que le pertenecía, que era su omega.
Al ver qué Samantha se había detenido, Abril abrió los ojos para mirarla, haciendo contacto visual con la mayor automáticamente, sonrió al ver el brillo con el que la otra la miraba.
— No es justo que yo no pueda verte de esa misma manera —dijo, irguiendose para quitarle la ropa a Samantha, aprovechando para tocar todo el abdomen, apenas marcado, para luego seguir por su pecho, hasta pasar la prenda sobre su cabeza.
Se acercó a Samantha, oliendo su cuello, inhalando su aroma a café y pino, más fuerte que antes, la embriagaba, frotó su rostro contra el mismo, dejando algunos besos rápidos, mientras retiraba su ropa interior.
Al quedar ambas desnudas, Abril pasó sus manos por los hombros de Samantha, subiendo por su cuello hasta tomar sus mejillas, sintió la temperatura de estás y sonrió, mirando directamente a los ojos de Samantha.
