El muchacho castaño se miraba en su reflejo, con un suspiro, cambió su rostro cansado a una expresión encantadora.
Se suponía que le presentarían a Abril Garza, la omega del momento, ya que, contra todo pronóstico, luego de décadas sin que algo así ocurriera, la chica era una cambiaformas, cosa que llamó la atención de todo el mundo.
La familia de la omega buscaban al mejor alfa para su hija, del linaje más puro posible, con la esperanza que, al tener hijos, estos nazcan con los mejores genes, incluido el propio don de transformarse en un adorable lobito a voluntad, tal como esa Abril Garza podía hacer.
Y él era uno de los candidatos principales, familia de magnates, heredero de una fortuna, hijo único y perfecto, apodado el Golden Boy por todas sus cualidades.
Pero a Juan Sebastián le importaba tres pepinos qué tan fabulosa pintaran a esa omega.
Porque esa desconocida no era quien él quería para su compromiso.
Aún, con esfuerzo, se arregló con ropa elegante, se acomodó el pelo hasta quedar perfecto, y se colocó una sonrisa rompecorazones en el rostro.
Luego de una última mirada en el espejo, se volteó para salir de su amplio dormitorio.
Su sonrisa no duró mucho al ver al chico pelinegro, parado en el umbral de la puerta, el beta lo miraba con súplica.
Había discutido con Felix en cuanto se enteró que le presentarían a una omega, exigiendo que se revelara contra sus padres, ya que él no quería ese arreglo.
Ya lo habían discutido muchas veces. Ya que ambos debían tener que mantener su relación en secreto.
La familia Guarnizo Algarra no dejaría que su linaje se perdiera si el último descendiente elegía a un beta; su familia no funcionaba así, ellos eran alfas y omegas, no había lugar para algo como Felix.
Para el mundo, ellos eran amigos; pero a solas eran su propio mundo.
Y por esa razón el corazón de Juan se destrozaba cada vez un poco más.
No habían hablado desde hacía unos días, cuando la señora Guarnizo había aparecido en la casa de su hijo para darle la noticia de su compromiso.
Pero cada vez que se cruzaban, Felix tenía esa misma expresión de "Por favor, no lo hagas" en el rostro.
Juan suspiró, se acercó a Felix con paso tranquilo, hasta quedar a unos centímetros del rostro del pelinegro.
— Por favor, no sigamos así —pidió el castaño, mirando a los ojos del pelinegro, aunque ella tenía la vista en el suelo.
Felix no contestó, y Juan se desesperó un poco, tomando el rostro del beta.
— Lix, mírame —exigió, pero no tuvo respuesta. Apretando los dientes con fuerza, sintió sus caninos siendo apretados y su voz salió de lo más profundo de su pecho—. Felix, mírame.
ESTÁS LEYENDO
𝗗𝗲𝗹𝘁𝗮 ☕︎︎ 𝚁𝚒𝚟𝚊𝚛𝚒
أدب الهواة𝘋ó𝘯𝘥𝘦 𝘈𝘳𝘪 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢 𝘮á𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘺 𝘚𝘢𝘮𝘢𝘯𝘵𝘩𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘥𝘦𝘭𝘵𝘢 𝘴𝘰𝘭𝘪𝘵𝘢𝘳𝘪𝘢... ⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯ 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 𝐓𝐨𝐩/𝐀𝐥𝐟𝐚; 𝐑𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬 𝐁𝐭𝐭𝐦/𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚; 𝐀𝐫𝐢 𝐅𝐥𝐮𝐟𝐟 & 𝐚𝐧𝐠...