Avery siempre ha deseado volver a las estrellas para poder revivir sus aventura más allá de las tierras de Twisted Wonderland, pero para lograr su cometido debe afrontar el reto que eso conlleva.
Fue así que cuando el carruaje Ebony apareció en la...
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LA LOCURA ES CIERTO PLACER QUE SOLO EL LOCO CONOCE
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Avery no recordaba bien que había pasado pues era un de noche cuando se había despertado. Sus ojos pesaban como si lo que hubiera dormido no hubiese servido para mucho. Trato de acostumbrarse a la oscuridad, pues las cortinas estaban cerradas y las orejas de Grimm apenas si podían generar la luz suficiente para ver por la habitación. Se hubiera vuelto a dormir de no ser que el ruido había vuelto a aparecer, y tras escucharlo nuevamente pudo notar de que se trataba. Para su desgracia y molestia, alguien entraba golpeando la puerta, y muy probablemente la principal pues en el primer piso a penas si se lograba escucharla. La chica castaña maldijo por lo bajo antes de notar los ojos aún adormilados del minino sobre los suyos.
- Nyaaaa... Parece.. que tenemos un visitante nocturno. - Dijo antes de frotarse los ojos. - ¿Quién es? Si son los fantasmas, sin duda no saben cuando parar. - Mascullo antes de desperezarse.
- Pues ya lo veremos.
La castaña se levantó de la cama y se puso un par de medias para no pisar el piso de la habitación. Tomando a Grimm entre sus manos, y su bolígrafo en la otra finalmente se dispuso a salir de la habitación. La puerta de la misma no estaba cerrada pues estando sola no había mucha utilidad en hacerlo, fue así que llego rápidamente a las escaleras que daban e la planta baja.
Con pensamiento veloz encendió las luces de la sala antes de ir a al vestíbulo. Bostezó fuertemente antes de pasar por el pequeño pasillo hacia la puerta, la cual ya sonaba de manera más estruendosa.
- ¿Quién será a esta hora? - Se preguntó antes de abrir la puerta solamente para encontrarse cara a cara con Ace, quien parecía molesto.
El pelinaranja estuvo por empezar con su ronda de críticas, pero se quedó enmudecido pues Avery delante de él estaba solamente con una larga remera. De manera inconsciente había tragado en seco, y se le quedó mirando, solamente siendo notado por Grimm quien comenzaba a fastidiarse. Ace continuo con su mirada notando finalmente que aquel "chico" parecía no ser tan masculino después de todo.
- ¡Ace-San! - Le gritó furioso el gato. - ¡¿Qué te parece si nos dices que haces afuera tan tarde...?! - Le pregunto Grimm, aún alterado, sin embargo se sobresalto, haciendo que se escondiera en el cuello de la chica. - ¡Gehhh! ¡Tienes el collar!
