Capítulo 14. Prince Joffrey's Name Day P.1

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ADVERTENCIAS

Texto largo.

Contenido NSFW ligero de Jace, Helaena y Aegon. 

...

Lucerys no creyó que encontraría en Tyshara Lannister una amiga en quién confiar. Si bien, la primera vez que interactuaron le pareció una omega desinhibida y osada, ni siquiera dimensionó que se volvería así de importante para él. Oírla gritar a su espalda mientras se aferraba con fuerza al fuste de la montura, lo motivó para elevarse a una altura por encima de donde se hallaban.

La rubia gritó con aspaviento al ritmo en que las alas de Arrax se movieron.

Luke se la apañó para convencerla de subir al dragón, en el que según prometió, sería el mejor viaje de su vida.

"Así es como inician los preparativos del onomástico de Joff". Le dijo el castaño días antes dejándola sin motivos para negarse. Volar por el extenso cielo de la capital de pronto se sentía como un honor del cuál deseaba prescindir.

—¡¿Cómo vas allá atrás?! —gritó Lucerys con la voz cortándose por el viento.

La rubia gimoteó mordiéndose el labio a la espera de que su amigo estabilizara el dragón para siquiera decir algo. Sentía que la sangre se le escapaba del cuerpo pues la inclinación para elevarse no la dejaba ponerse cómoda.

Volar sobre esas bestias no era para cualquiera. Ella definitivamente no estaba capacitada para eso.

—¡Si pudieras hacer que dejemos de subir, te lo agradecería! —gritó de vuelta deseando que los dioses escucharan sus plegarias.

Luke soltó una risotada mientras halaba los estribos para hacer volar a Arrax en línea horizontal. Las extensas alas del dragón planearon con suavidad domando aquel viento que comenzaba a tornarse frío. El castaño cerró los ojos disfrutando de aquella sensación de la que se vio privado por semanas.

Saberse sobre su dragón le alimentaba el alma en demasía.

—¿Alguna vez habías sentido algo como esto? —preguntó a Tyshara llenándose los pulmones de aquel aire fresco— ¿Algo así de increíble?

—Jamás —admitió con el cabello revuelto, las mejillas entintadas de un tenue rojo y el deseo de bajar prontamente de ahí—. No tenemos muchos dragones en Westerlands...

Luke se echó a reír captando la ironía en las palabras de su amiga.

—Puedes subir conmigo siempre que...

—Declino la oferta —rezongó interrumpiéndolo—. Prefiero montar bestias terrestres. Esto de volar sólo fue hecho para las aves, los dragones y los Targaryen. Se amable y déjame allá donde moramos los mortales.

—Es fácil una vez que te acostumbras —respondió virando por encima del hombro para ver a su amiga—. Mira por allá. Joff lo está disfrutando.

La rubia alzó la vista como indicó el castaño encontrándose con el dragón del príncipe Jacaerys sobre ellos. El animal planeaba de cabeza y con él, ambos príncipes. El pequeño Joffrey alzó los brazos dejándole el deber de protegerlo a la montura. Lo único que separaba al niño de una caída libre, eran las tiras, cuerdas y cinturones de cuero que lo sujetaban. Los gritos que emitía eran totalmente de gozo y placer.

Tyshara sintió que podría vomitar.

—¡Acá arriba, hermano! —le oyeron gritar un segundo antes de verlos volver a la postura común—. ¡Mira! ¡Mira!, Daemon se acerca.

129 d.C |Lucemond|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora