Capítulo 1 - Yo de niño

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Hay una cierta edad para empezar sentir que uno está vivo o conciente, "Digo yo en mis pensamientos vagos". 

Dice el narrador a la chica que tiene al lado.

Tu y yo podríamos ser iguales, pero mejor te invito un café y empezamos hablar como amigos.

Con una sonrisa mira el narrador a la chica mientras se siente a contarle una historia.

Lo bueno de ser niño es que puedes hacer muchas cosas. Siendo pequeños, soñar no cuesta nada y tenemos sueños espectaculares que, después de grandes, los vemos muy pendejos. La creatividad vuela con el más mínimo pensamiento, pero la historia no se trata de mí, sino de un niño de más o menos nueve años.

Mi viejo me decía: "Los niños son como un diamante bruto, necesitan de un joyero para ser tratados y pasar por procesos para ser un diamante hermoso."

El viejo tenía razón. El maestro de este niño era el señor con más experiencia en varios temas que yo podría haber visto.

El niño, llamado "Eli" como un personaje de alguna película antigua, es un chico de buena familia. Podría decirse que entran entre los ricos, pero solo por dinero, no por sabiduría, ya que le falta mucho que aprender. Es muy pequeño.

Eli, amante de las novelas románticas y poemas hermosos, tiene eso como hobby. Su verdadera vocación es la informática y ser emprendedor.

Es muy gracioso. Desde pequeño quería ser militar y tener operaciones secretas como en "Call of Duty", su juego favorito, pero solo es un sueño.

No fue fácil para él estudiar en una escuela privada y que no entendieran sus temas de conversación favoritos, como videojuegos, o tal vez porque no era fácil tener amigos. Siempre la calificación de él era A+, pero poco a poco fue menos tolerante a las cosas. Un día, un amigo le pegó y él le devolvió el golpe. Aquí es donde entra la frase: "Ojo por ojo, diente por diente."

Pero después, la justicia nunca fue para el niño. Él pagaba los platos rotos. Era triste, pero aprendía a hacerse fuerte. ¿Y de qué se hacía fuerte? Para los golpes de la vida que no puedes devolver. Ilógico, ¿cierto? Como la vida nos paga por ser buenos. Este niño tiene una mente brillante. En las clases le va excelente, pero tiene una debilidad fuerte. Se sentía enamorado de una chica de su salón, pero nunca le prestó atención, hasta ese día.

"Lo recuerdo como si lo hubiese vivido", dice el narrador.

Un lunes por la tarde, con un bello atardecer, los padres de Eli le dan la noticia de que tienen que mudarse al campo. Temas que, como niño, no entendía, pero al no tener amigos, le encantaba la idea de conocer el nuevo lugar. Pero antes, creo que Eli tiene que hacer algo importante. Dice Eli (pensando): "Voy pedir disculpas por mis actitudes que tomé en 1°, 2°, 3°, 4° grado." Al día siguiente, empieza a hablar con cada uno de sus compañeros y se sorprende al saber que ya no podía sentirse mal y tenía la amistad de compañeros que no volverían a verse jamás.

Después de un largo día de viaje, mudanza y corotos, llegamos al campo a kilómetros de la ciudad. Las primeras semanas trabajamos duro para conseguir la comida, ya que la economía en ese tiempo no estaba muy buena. En fin, mi hermoso país, Venezuela, pero todo fue una aventura con Eli.

Un día soleado, con unas palmeras hermosas que daban sombra abundante, enamoraron mi vista. Estaba offline, "sin conexión a internet", lo que era espectacular. Un día, Elí quedó con pensamientos escasos de su juego favorito, "Call of Duty", y recreó con su creatividad armas de madera con todo material de reciclaje, convirtiéndose así en un soldado protagonista del juego llamado "Alex Mason".

Momento aquellos hermosos que el niño Eli pasaba hasta que llego alguien a su vida...

"Interrupción en la conversación"

-"Dame un momento" Dice el narrador

-Camarera puede traer otro café

-¿Pregunta? ¿Quieres que te cuente quién llegó a su vida?

-Vente más tarde a la misma hora y te invito un café te cuento más que paso. 

Dice el narrador un poco apresurado...

A tus pasos - Yeshua MedinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora