CAPÍTULO 12

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Emily se lanzó a atender a la llamada, tomándose sólo un segundo para identificar su procedencia.

— ¡Morgan!— Gritó una voz al otro lado del teléfono, antes de que Emily pudiera responder.

La voz de García fue un bálsamo consolador para Emily. Aún estaban en problemas, pero al menos podrían localizarlos.

— Dios mío...— Susurró en voz baja Emily, en lo que fue un puro desahogo. Miró hacia Morgan que, aunque seguía consciente, tenía cada vez peor aspecto. Seguía presionando la herida con una de sus manos, mientras que con la otra sostenía el teléfono— Es Pen...— Le informó, aunque no estaba segura de que la hubiera escuchado— García.... Gracias a Dios...

Desde el otro lado de la línea, García sintió alivio al comprobar que Emily seguía con vida, pero al mismo tiempo la alarmó la angustia que notó en su voz, e inevitablemente se preguntó por qué había sido Emily quien había respondido al teléfono de Morgan. Se le hizo un nudo en el estómago.

— ¿Emily? ¿Estás bien?— Preguntó, con nerviosismo— ¿Y Morgan? Llevamos horas tratando de encontraros. Su teléfono acaba de conectar con la red  ahora mismo. ¿Dónde estáis?... No importa... Ya os localizo yo...

Aturdida, Emily escuchó el monólogo interminable de García, mientras que, al mismo tiempo, comprobaba el estado de Derek. No se quejaba, pero respiraba con dificultad. Emily no tenía ni idea de si el cuchillo había tocado algún órgano importante, pero que hubiera tanta sangre no podía ser buena señal.

— ¡García... Necesito que envíes a alguien ya!— La instó. Podía escucharla teclear en su ordenador y sabía que posiblemente ya estuviera remitiendo las coordenadas al resto del equipo, pero era necesario que entendiera la gravedad del asunto— Morgan está herido... —Añadió con voz pausada—Dubois lo ha apuñalado en el estómago... Está perdiendo mucha sangre...— Su voz se rompió en el último instante— Pen, por favor... Tienes que sacarle de aquí... No sé cuánto aguantará...

Hubo un instante de silencio en la línea, y luego un pequeño jadeo que a Emily no le sorprendió. García podía amar a todo el equipo, pero Morgan era para ella como un hermano. Su conexión era diferente y especial.

— Ya les estoy informando...— Dijo. Trataba de aparentar tranquilidad, pero Emily sabía que estaba a punto de derrumbarse— Em... Tranquila... La ayuda va en camino... Sólo dile que resista, ¿quieres?

En ese punto, Emily ya no podía controlar su ansiedad.

— Se lo diré... — Le prometió antes de cortar la comunicación.

Luego, regresó a Morgan. La pérdida de sangre, lo estaba adormeciendo. Emily no sabía demasiado de medicina, pero sí sabía que debía permanecer despierto.

Se inclinó sobre él, y mientras que con su brazo lesionado siguió presionando la herida, con su mano derecha le acarició el rostro, tratando de desperezarlo.

— Derek... Derek...— Lo llamó insistentemente— Tienes que mantenerte despierto... No te puedes dormir...

Morgan entreabrió los ojos, y sonrió.

— Justo en el mejor momento de mi sueño— Bromeó casi sin fuerzas.

Ella decidió seguir el juego. Habría hecho cualquier cosa para que no se durmiera.

— ¿Qué soñabas?

Morgan amplió su sonrisa y alzó su mano, cubriendo la de Emily.

— Vivíamos en una bonita casa...Tú estabas en el jardín, cuidando de las rosas... Y una niña pequeña idéntica a ti, correteaba a tu alrededor jugando con un cachorro...

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