El helicóptero no llegó a aterrizar. Se situó a una distancia prudencial y dos miembros del personal de emergencias de Luray descendieron con una cuerda que al mismo tiempo sostenía una camilla de rescate. Emily los esperó ansiosa, junto a Morgan.
—Tiene una herida de arma blanca en el estómago...— Les informó en voz alta nada más llegaron. El estruendo del motor y las hélices dificultaba la conversación.
Se apartó a un lado para que los dos hombres hicieran su trabajo y colocaran a Morgan en la camilla. Después de asegurar las correas que lo ataban, lo trasladaron hasta la zona donde el helicóptero sobrevolaba a poca altura. A su señal, la camilla comenzó a elevarse. Arriba los esperaba alguien más de emergencias. Emily supuso que nadie del equipo habría viajado con ellos, para dejarle espacio al resto.
— ¿Usted está bien?— Le preguntó uno de los paramédicos.
Emily asintió. En aquel momento lo que menos le preocupaba era su brazo.
Después de Derek, le tocó el turno a Emily. El cuerpo del sudes tendría que esperar a un segundo viaje, e incluso hasta el día siguiente para maniobrar con mayor seguridad.
Emily se acomodó junto a la camilla, y le tomó la mano mientras los paramédicos comprobaban sus constantes vitales y le practicaban los primeros auxilios. A Emily el trayecto se le hizo interminable, pero finalmente llegaron al helipuerto del hospital. Suspiró, reconfortada, al darse cuenta de que Hotch aguardaba allí, junto con varios miembros del personal sanitario, que corrieron a atender a Morgan tan pronto el helicóptero aterrizó.
Emily descendió justo después, siguiendo a Morgan en todo momento hasta que llegó a la altura de Hotch, que la retuvo a una indicación del que parecía el jefe de urgencias del hospital. Pero ella se resistió. No concebía separarse de él.
— Emily, tienes que dejar que se ocupen ellos— Le advirtió. Durante el trayecto los paramédicos habían informado al hospital del estado de Morgan, y debían intervenirlo inmediatamente.
Ella le dirigió una mirada confusa. Se sentía como si estuviera dentro de una pesadilla de la que no podía salir.
— Dubois lo acuchilló... Le disparé... Está muerto...— Explicó atropelladamente, sin apartar la vista del lugar por donde se habían llevado a Morgan— Derek ha perdido mucha sangre...
Hotch la miró con preocupación. Tenía un aspecto terrible, y claramente aún estaba conmocionada.
— Morgan está en las mejores manos, saldrá de ésta...— Recordó entonces la lesión que Emily tenía en el hombro, además de las evidentes magulladuras en su rostro. Incluso pudo apreciar la rojez en su cuello, supuso que causada por Dubois. Sin embargo, lo que más lo inquietó fue su expresión ausente— Será mejor que te vea un médico... Vamos...
No protestó. Emily se dejó guiar por Hotch a través de los pasillos del hospital, hasta llegar a la zona de urgencias, donde esperaba el resto del equipo. Tan pronto la vio, J.J. corrió a abrazarla.
— Dios mío, Em... ¿Estás bien?
En lugar de responder, Emily miró a su alrededor, desorientada.
Los agentes compartieron la misma expresión inquieta, sabiendo exactamente qué estaba buscando.
— Lo han llevado directamente a quirófano— Le dijo Rossi— Sólo podemos esperar.
Ella asintió. De pronto se sintió perdida, como si aquel no fuera su sitio. Ni siquiera se percató de que Hotch había llamado la atención de uno de los médicos para que se acercara, que resultó ser justamente el que se había ocupado de su hombro dislocado. Se llamaba Benjamin Rogers, aunque Emily tuvo que hacer un verdadero esfuerzo para recordar su nombre.
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PERSÉFONE
FanfictionUn fin de semana romántico, una relación secreta, un accidente y un hallazgo que lo cambiará todo.