Un gran sacrificio

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Todo París estába callado y extrañamente muy tranquilo, la ciudad llevaba más unos meses después de la pelea de la ex pareja musical, y en estos momentos la ciudad estába pasando por un período de inactividad criminal y villana, quiénes llevaban la cuenta podían decir que llevan casi un mes sin ningún escándalo de algún villano nuevo, y los parisinos tomaban está paz de diferentes formas, varios pensaron que por fin Lady Bug y Catnoir por fin habían detenido  Moth, otros  creyeron que tal vez ésto sería cómo se decía en un viejo dicho y está era la calma antes de la tormenta.

En él colegio Francoise Dupont todos los alumnos estaban en sus clases habituales, bueno casi todos, en la clase de la señorita Bustier, faltaba una alumna.

— aquí está mi tarea señorita,... y la de Marinette también — Alya dejó dos hojas sobre el escritorio.

— gracias Alya.... sabes cómo sigue Marinette.

— no mucho, sólo que sigue esperando a que Shadow Moth actúe y a qué él vuelva  con ella.

— entiendo, dale mis buenos deseos por favor.

— lo haré.

La morena regreso a su asiento recargó su mejilla sobre su mano, pensando en su mejor amiga y en lo que estuviera haciendo ahora.

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( Con Marinette).

La heroína favorita de París estába estába caminando por los pasillos de la basé de los plomeros llevando a su hija entre sus brazos, iba rumbo a su habitación sin prestarle atención a  nada más que el camión frente a ella, en sus ojos no había ninguna expresión, parecían estar vacíos.

Cuando llegó a su habitación y entro fué directamente a la cuna a dejar con cuidado a su hija, le dejó un peluche cerca y la cobijó con su manta, Marinette se quedó mirando un rato el rostro tranquilo e inocente de su bebé y se le escapó una lágrima de su ojo que limpió al instante.

— no dejaré que Shadow Moth llegué a tí hija, te prometo que lo detendré y que encontraré la forma, de que tú padre vuelva con nosotras.

Se acercó para darle un beso y salió de la habitación dejando que su hija descanse, Marinette camino por los pasillos con la mirada en el suelo, era hora de ir a visitar a Luka.

Tomó el ascensor y presionó  el símbolo del último piso de abajo mientras descendía por los pisos los ojos de Marinette se empezaron a humedecer y cuando por fin llegó a su destino sus ojos estában un poco rojos y pequeñas líneas de lágrimas en su rostro.

Un pasillo oscuro era lo único que había y cómo si fuera automático las luces empezaron a encenderse rebelando una habitación con unos sofás, una cama, e incluso una mini cosina y en el centro de toda la habitación yace una figura humanoide que era completamente negra con pequeños puntos blancos cómo estrellas además de tres cuernos que parecían formar una corona.

Un pasillo oscuro era lo único que había y cómo si fuera automático las luces empezaron a encenderse rebelando una habitación con unos sofás, una cama, e incluso una mini cosina y en el centro de toda la habitación yace una figura humanoide que er...

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