13 - Confesión.

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— ¿En qué estás pensando? — ChangBin se había encontrado nuevamente con SeungMin, otra vez, estaba en problemas y su amigo estaba ahí para él. Además, después de aquel beso, era algo que tenían que hablar, así que no había nada mejor que reunirse. — Ese hombre en el bar, es el autor, ¿Verdad?

— ¿Pero qué diablos hiciste? — Le preguntó a su amigo, frunciendo el ceño.

— ¿Qué hice?

— Me besaste. — ChangBin comenzaba a perder la paciencia por la actitud de SeungMin que parecía no ayudar demasiado.

— ¿Quieres saberlo ahora mismo? — El contrario asintió. — Yo sólo quería ayudarte. Iba a poner celoso a ese autor. — Dijo eso con orgullo, como si eso realmente hubiera ayudado a ChangBin. — Entonces, ¿Le dijiste?

— No.

— Deja que las cosas pasen. — Sonrió con malicia y volvió a hablar. — Esto es divertido. ¿Cómo vas a mirarlo después de esto?

— Creo que voy a renunciar.

Y cuanto antes pudo, envió un mensaje a Lee, diciéndole que debía dejar el trabajo por razones personales. Felix leyó el mensaje de inmediato y se preocupó ante aquellas palabras.

¿Es por qué le había dicho que le gusta?, esa pregunta pasaba por la mente del rubio de pecas una y otra vez. ¿Era acaso ese motivo?

El rubio no pudo dar una respuesta ante aquellos mensajes. Dejó el teléfono por unos segundos, pensando bien en la respuesta que le daría al contrario.

Mientras tanto, ChangBin notó como sólo lo había dejado en leído. ¿Aquel autor no pensaba decirle nada más al respecto?

SeungMin y ChangBin salieron juntos de aquel apartamento. Kim estaba por irse a visitar a Yuna y Seo sólo lo había acompañado a la salida.

— ¿Seguro que estás bien? — ChangBin asintió con la cabeza.

— Está bien, no tengo el corazón roto. — Sonrió y después miró hacia la esquina de aquel lugar.

En ese momento, se encontraba el rubio de pecas y complexión delgada. Estaba parado mirando a aquellos dos. Apretó sus labios carnosos y los dejó en una línea. Miró el piso y luego SeungMin notó la presencia de aquel autor.

— Entonces vete o llegarás tarde. — Sonrió ChangBin y acarició el hombro de su amigo. Le sonrió de una forma dulce y cálida, de una manera de la que nunca antes le había tratado a su mejor amigo.

ChangBin pasó una de sus manos en los mechones del contrario, pasando un mechón hacia atrás y después lo acercó a él, teniendo su boca muy cerca.

— Finge que eres mi novio. — Suplicó el más bajo y SeungMin solo siguió el plan de su amigo.

SeungMin se separó de ese agarre y sonrió. — Está bien, me iré. — Abrazó al contrario de una forma muy romántica y avanzó hacia donde estaba el autor. Este sólo se encontraba observando aquella escena con algo de incomodidad.

— ¡Conduce con cuidado! — ChangBin elevó su voz y el contrario asintió para después mirarlo y guiñarle un ojo.

Cuando SeungMin se había retirado del lugar, el autor avanzó hacia ChangBin hasta quedar a una distancia prudente. Lo miró fijamente y después habló.

— ChangBin, ¿Podemos hablar un segundo?

— Lo siento por el trabajo. — Su voz fue áspera, sin mostrar alguna emoción. — ¿De qué quieres hablar?, me tengo que ir pronto.

El contrario bajó su mirada y nuevamente volvió a observar el rostro del pelinegro.

El pecoso sólo quería decirle al contrario que se quedara con él. Que lo esperaría, así que no tenía que irse. Pero por un momento se acababa de dar cuenta cuando daño le había hecho a ChangBin. Primero lo besaba sin su consentimiento, después invadía su espacio personal con su pareja y ahora insistía en decir sus sentimientos aún sabiendo que se encuentra en una relación. Felix estaba molesto consigo mismo por esas acciones.

— Gracias... por todo lo que has hecho. — Hizo una reverencia ante su asistente mientras agradecía y después se levantó, quedando a la misma altura que ChangBin.

Ambos se miraron. Seo suspiró. En realidad no sabía muy bien lo que estaba haciendo, ¿Era una forma de proteger sus sentimientos?, tal vez es cierto.

Felix se retiró nuevamente a su apartamento, dejando solo a ChangBin. Pasó toda la tarde sólo hasta que había llegado la noche.
Tomó alguna bebida con alcohol mientras pensaba en lo que había sucedido con ese chico de cabellos pelinegros y él.

Ni siquiera habían comenzado a salir, ¿Entonces por qué le dolía tanto el corazón a Lee? Bebió nuevamente y habló para él mismo. — ChangBin... te extraño.

Unos mensajes al teléfono del rubio habían llegado, pero a este punto, estaba tan centrado en su dolor que decidió irse a acostar en su cama, de todas formas, el alcohol comenzaba a hacerle efecto en sus sentidos.

ChangBin había deicidio enviarle ese mensaje a Felix, diciéndole que pasaría en unos minutos por sus pertenencias. Después de todo, había dejado gran parte de sus cosas en el estudio de aquel autor.

No tardó mucho en llegar al apartamento del pecoso. Entró con facilidad debido a que anteriormente el autor le había proporcionado la contraseña de su apartamento, sólo por si era alguna emergencia.

— Lee, vine por mis cosas. — Dijo ChangBin desde que entró al lugar pero no hubo respuesta debido a que no había nadie o eso pensó.

Mientras más caminaba, sólo logró ver el gran desorden del lugar. Las botellas de alcohol estaban regadas por todos lados y Seo fue directamente a la habitación de Felix, donde lo encontró dormido. Notó como el rubio se veía cansado y al mismo tiempo se preguntó cómo se sentía.

— Felix, me gustas mucho. — Confesó debido a que pensó que el contrario no escucharía aquello. — Adiós. — Se despidió en un tono cálido y bajo al mismo tiempo.

— No te vayas, ChangBin. — Pero nunca se percató que el contrario tenía un sueño ligero y además, no podía estar completamente dormido debido a todos los pensamientos que cruzaban por su mente. — No estés con él. — Lloriqueó, se levantó de su cama y abrazó al más bajo.

Se separó un poco y luego se acercó hacia los labios de Seo, besándolo una y otra vez, queriendo que el momento no se terminara o no fuese una mentira. Era como si fuese un sueño.

Asistente - ChangLix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora