Asistente - ChangLix

17 - Ruptura.

El cuerpo débil y adolorido de SeungMin descansaba en la camilla del hospital, mientras veía a ChangBin con seriedad.

— ¿Qué dices? — Seo alzó sus cejas, sintiendo una opresión en su pecho.

— "Me gustas" — Volvió a imitar ese tono dulce que imaginaba mentalmente.

— ¿Qué pasó con Yuna? — El pelinegro intentó evitar el tema.

Era algo muy difícil de creer para Seo. ¿A caso el golpe le había afectado la cabeza?, ¿Por qué de pronto se declaraba?

— ¿Conoces la sensación de no poder hacer lo que quieres? — Suspiró, sin dejar de mirar a su mejor amigo. — Me han dicho qué hacer desde que era un niño. Acerca de la escuela, del trabajo o incluso sobre con quién debería casarme.

Seo bajó la mirada, sintiendo culpa por lo que decía su amigo. No entendía como no pudo darse cuenta antes. Cuando Bin necesitaba ayuda ahí estaba SeungMin para ayudarlo, pero cuando Kim necesitaba de él, Seo se sentía inútil, sin saber que hacer exactamente. Era un tonto dando consejos.

— Y qué hay de... sabes que sólo somos amigos.

— Lo sé, ChangBin. No quiero decir que realmente me gustas. Es lo que Yuna quiso creer. Creo que en realidad jamás la amé, y decidí que sería sincero conmigo mismo. No necesito a nadie más por ahora. — Sonrió, mostrándose débil mentalmente y físicamente.

El pelinegro no dejaba de revolcar sus manos entre sí, se sentía algo desesperado por las palabras confusas que salían de la boca de SeungMin.

— ¿Quieres decir que piensas dejar las relaciones amorosas por ahora? — El contrario asintió y sonrió dulcemente.

Ese sólo fue el primer día en el hospital. Al día siguiente, Felix y ChangBin había programado una comida para pasar el tiempo juntos.
Se quedaron de ver en un restaurante elegante, aunque no muy costoso, era suficiente porque la comida era buena.

— Disculpa. — ChangBin tomó su teléfono. Nuevamente SeungMin estaba llamando a su teléfono. — Tengo que ir al hospital.

Y esa sólo fue la primera cena en la que Seo había salido corriendo, buscando a su amigo para asegurarse de que atuviera mejorando.

Felix comenzaba a preguntarse cosas como, ¿Es realmente la segunda opción?, o sólo estaba siendo muy paranoico. Aún no lo entendía. No sabía por qué el pelinegro siempre solía ser tan atento a su amigo.

El problema era ChangBin. Cada vez que SeungMin lo necesitaba, sin importarle la situación en la que estuviera, estaba dispuesto a visitar a su amigo.

El autor estaba un poco molesto al respecto, en especial porque comenzaba a extrañar la presencia del contrario.

Para buena o mala suerte, el cumpleaños de Lee había llegado.
Una noche anterior había estado hablando con ChangBin hasta que la noche había caído y ambos habían dormido juntos. Comenzaban a ser como una linda pareja que aprovechaban su tiempo juntos.

Por la mañana, cuando el rubio se despertó y salió de su cama, se encontró con ChangBin en la cocina, que preparaba el desayuno para ambos.

Felix sonrió al notar esa acción y caminó hacia el contrario. — ChangBin. — Pronunció en un tono cálido y abrazó al contrario por detrás, deleitándose con la fragancia que usaba el más bajo.

— Duerme hasta tarde, es tu cumpleaños. — Sonrió, terminado de servir los platos, dejando que su pareja lo abrazara por la cintura a sus espaldas. — Hice el desayuno para ti.

Felix dejó de abrazar al más bajo y se paró enfrente de él, lo miró y sonrió. — Gracias. — Sin dejar de sonreír, pasó una de sus manos entre los cabellos de ChangBin, acariciando parte de su rostro y sus lacios cabellos oscuros.

Pero como había sucedido durante toda la semana, una llamada al teléfono de ChangBin arruinó el momento. Se trataba nuevamente de Kim.

Felix apretó sus labios, dejando una línea de estos y bajó la mirada, sabiendo lo que venía después.

— Lo siento Felix. Tengo que ir al hospital. — Lo dijo algo avergonzado de tener que interrumpir todo el tiempo cuando estaban juntos, pero estaba seguro de que tenía que ayudar a SeungMin. Si él había estado en sus mejores y peores momentos, entonces Seo también estaría ahí para su amigo.

— ¿Qué? — Frunció el ceño, estando desconcertado por lo que decía el contrario.

— Su cuidador dijo que se salió del hospital.

— Aunque vayas, no hay nada que puedas hacer. — Se quejó e hizo un puchero. Al mismo tiempo, habló en un tono firme, mostrando que la situación en la que estaba le molestaba.

— Tengo que ir. Le diagnosticaron depresión y...

— ¿Realmente necesitas hacer eso?, tiene familia y tiene a su cuidador. — Esta vez, elevó su tono de voz un poco más de lo normal, alzó sus cejas ligeramente y avanzó un paso hacia ChangBin.

— Soy su único amigo. — Bajó la mirada, intentando evitar el contacto visual con el pecoso. Seo a comparación de Felix, estaba hablando en un tono pacifíco.

— ¡Hoy no puedes ir! — Protestó, poniéndose firme contra Bin.

Lee entendía que Bin pudiera haber cancelado varios días de trabajo, de cenas o incluso simple reuniones de pareja, pero esta vez, era el día de su cumpleaños y el hecho de que ChangBin quisiera estar ausente por el mismo motivo le molestaba aún más que las veces anteriores.

— Es mi cumpleaños. — Lloriqueó, intentando convencer al más bajo.

— Por favor, intenta comprender. — Suplicó pero fue en vano.

— Si vas, no te volveré a ver ChangBin. — Amenazó, pensando que sería suficiente para que el pelinegro optara por quedarse. — Si vas, esto se acabó.

ChangBin se quedó un momento mirando al de pecas, su rostro estaba serio y al mismo tiempo se sentía algo decepcionado de la respuesta del rubio. Tomó el sobre azul que tenía en su mano derecha y la puso en las manos de Felix.

— Toma esto.

Fue lo último que dijo para después avanzar hacia la salida, sin mirar atrás, hasta que logró salir del apartamento.

Seo sólo quería cuidar de su amigo y Felix quería que Bin dejara un tiempo exclusivo para él. Aunque Felix es su pareja, sentía como si fuese una molestia para Seo, o tal vez se sentía la segunda opción. Era contradictorio para ambos.

Nuevamente tenían pensamientos diferentes, justo cuando pensaron que todo iba a su favor.