.•° .。↳ ❪𝐚𝐧𝐭𝐢-𝐫𝐨𝐦𝐚𝐧𝐭𝐢𝐜❫ * ˚ • '.✦
❛Después de la leche de plátano,
tú eres lo que más amo
en el mundo.❜
saemi no acepta sus
sentimientos ante su amigo
o
sieun se da cuenta sobre
sus sentimientos, p...
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Lee SaeMi.
─ ¿Qué estabas intentando hacer? ─ Preguntó la madre de Yeongbin, mientras miraba a Sieun con tanta rabia. Pero él solo mantenía la cabeza agachada.
─ Señora, por favor cálmese. ─ hablo la maestra, tratando de que las cosas no pasarán mayores. Pero por la forma en que la madre de Yeongbin interrumpía a la maestra, podríamos darnos cuenta que eso no iba a suceder.
─ Te dije que vinieras con tu mamá, no solo. ─ siguió hablándole a Sieun.
Había convenido a nuestra maestra en acompañarlos, por si las cosas se salían de control tener testigos, o si se necesitaba dinero en ese instante. Todo a espaldas de Sieun, él nunca me permitiría usar mis ahorros.
─ Lo siento. ─ seguía con la cabeza agachada.
─ Quiero ver a tu madre, no una disculpa. ─ Suspiré mirando de mal forma a la mayor. Su carácter era igual que su hijo.
Por primera vez Sieun miró a la mayor.
─ No tengo mamá.
─ Este chico es increíble. ─ se burló la madre. Y eso me hizo enfurecer. ─ Será mejor que te prepares. Te voy a enviar a un reformatorio de menores. ¿Entendido?
Sieun le extendió algo a la mayor, era como una curita pequeña. Arrugue la nariz, por qué no me había contado nada sobre eso.
─ Hoy, hizo que otro chico... Pusiera esto en mi cuello. ─ Mire a Yeongbin, y se notaba sorprendido.
─ ¿Qué es eso?
─ La cosa es...
─ Drogas. ─ hablé después de tanto tiempo ver el carácter de esa mujer. Me crucé de brazos, sin dejar de mirarla.
Creía que nos podría intimidar, solo por que se vía de dinero.
Pero acabo de sacar una suposición de que eran drogas. Así que cuando mire a Sieun, era verdad lo que dije.
─ ¿Qué estás diciendo, idiota? ¿Tienes pruebas? ¿Tienes pruebas de lo que hice? ─ me miraba con tanta rabia que se le podría salir hasta los ojos.
Pero me burlé en su cara.
─ ¿Todavía no entiendes la situación, Imbecil? ─ usé el mismo tono que uso conmigo. Su madre me miraba sorprendida por la forma que le hable a su hijo.
─ Esta es tu mochila, ¿verdad? ─ Sieun hablo, deteniendome antes de que dijera otras tonterías. Se descolgó la segunda mochila que traía, vaciandola en la camilla.
Donde cayó una caja de fentanilo. Junto con otras drogas más.
La maestra pidió amablemente hablar a solar con la madre, así que nos hizo salir del cuarto, y alejarnos de ahí.
