El Principio

Los niños reciben sus cartas

Resumen: ¡Los niños reciben sus cartas!

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Sirius observó divertido cómo Hadrian saltaba en su asiento mientras esperaba que llegara su carta. Las cartas arcanas se enviaron en masa alrededor de cuatro semanas antes de que comenzaran las clases para que los niños pudieran obtener todos sus útiles y acomodarse antes de ir a la escuela. Lo cual era un sistema mucho mejor que el que tenía Hogwarts en opinión de Sirius. Diagon fue un desastre de estudiantes y padres durante siete semanas antes de que comenzaran las clases, ya que las cartas se enviaban lentamente sin un orden deseable.

Sirius terminó mencionando a Voldemort que el sistema Arcanos sería bueno para implementar en Hogwarts cuando el hombre había ido a la última sesión de tutoría de Hadrian y había accedido a mencionarlo en la próxima reunión de la junta. Según Shackelbolt, que estaba en la Junta de Hogwarts junto con el Señor Oscuro, el progreso era lento mientras Dumbledore luchaba contra ellos con uñas y dientes.

No sintió lástima por el Señor Oscuro por tener que lidiar con eso. Sabía lo irritante que Dumbledore podía ser cuando estaba atrapado entre la espada y la pared sin salida, tenía que lidiar con eso prácticamente cada dos sesiones de Wizengamot. Sin embargo, a Sirius no le sorprendería si cabrear a Dumbledore fuera una de las grandes alegrías de la vida de Voldemort. En realidad no. Sirius apostaría dinero a que eso sería cierto. Explicaría por qué estaba lo suficientemente loco como para unirse a la Junta de Gobernadores de Hogwarts a pesar de que no tenía la obligación de hacerlo.

Hizo una nota mental para mostrarle a Voldemort el recuerdo que tiene de Dumbledore tropezando en un charco de barro y arruinando algunas de sus túnicas más chillonas. En realidad, Sirius pensó que sería perfecto para el regalo de Navidad del bastardo este año. Asintiendo para sí mismo mientras veía a Hadrian ponerse cada vez más ansioso, Sirius mentalmente revisó el nombre de Voldemort de su lista de compras navideñas.

"Hadrian, cálmate, tu carta va a llegar en breve. Has estado en la lista desde que tenías seis años. Sirius dijo cuando el nerviosismo de Hadrian llegó a ser demasiado y había comenzado a sacudir la mesa con nerviosismo.

"Pero, ¿y si no lo hacen? ¿Qué pasa si va a otra persona y me veo obligado a ir a Hogwarts? Dijo Hadrian, luciendo preocupado.

Sirius se echó a reír: "A tu tío le daría un derrame cerebral si te viera presentarte en tu primer año en Hogwarts, créeme, tu carta a Arcane llegará y no irás a Hogwarts". Sirius, sinceramente, no creía que estaría vivo al final del día si Hadrian se presentaba en Hogwarts en su primer año. Si había algo por lo que estaba agradecido cuando se trataba de Voldemort era la protección de ese hombre hacia Hadrian. Estaba bastante seguro de que el reportero que desapareció hace unos años y que había tomado una foto no solicitada de Hadrian era por culpa de Voldemort, pero no estaba dispuesto a acusar al aterrador hombre.

Sirius haría la vista gorda si eso significaba mantener a Hadrian fuera del campo de visión de Dumbledore.

De repente apareció Mimsy, sosteniendo una carta de color púrpura oscuro que estaba sellada con el escudo de la escuela de Arcane.

"Una carta para el pequeño maestro". Dijo, entregándole la carta a Hadrian antes de desaparecer.

"¡Seguir! ¡Abrelo!" Sirius animó con una sonrisa ansiosa cuando Hadrian dudó en abrir la carta.

Estimado Lord Hadrian Eridanus Black-Peverell, Honorable Maestro de la Muerte,

Arcane Academy se sentiría honrado de que asistieras a nuestra ilustre escuela este otoño. Esperamos que esta carta le haya llegado rápidamente y sin demora.