V. Pequeña bola de rizos

97 9 13
                                    

● Hazel Levesque ●

Mis pasos por el establecimiento eran algo lentos, la verdad no tengo prisa, primero tengo que calmarme para ir por Emily y alegrarle el día. Ese es mi trabajo como mamá: hacer feliz a mi hija.

Enfocarme en mi hija y en mi es todo lo que debo hacer. Aunque lo he hecho estos últimos cinco años siempre mantuve esa pequeña esperanza de que Frank y yo volveríamos a estar juntos alguna vez, por eso mis múltiples intenciones de buscarlo, que claro jamás llegaba a nada. Pero se acabo hoy, esa esperanza murió y jamás volveré a pensar en buscarlo y decirle que tenemos una hermosa hija que es idéntica a él. Se que hago mal en ocultarla (o como yo le digo: omitir información) pero si le digo seguro tratara de quitármela y con el estúpido dinero que tiene lo lograra. Lo último que necesito es que me quite a mi niña.

Enciendo el auto y comienzo a conducir directo a la escuela de Emily. Al llegar me estaciono y arreglo un poco mi maquillaje y hecho aire en mi ojos para que se quite lo cristalizados que estaban evitando que se viera rastro alguno de que llore.

-Buenos días -me saluda la encargada de la puerta.

-Buenos dias, vengo a recoger a mi hija, avise por mensaje que pasaría temprano por ella

-Claro que si, en un momento la traen -dijo y habló por el radio de seguridad que llevaba.

Cinco minutos después de firmar la hoja de salida mi preciosa niña corrió hacia mi.

-¡Mami!

-Hola mi cielo -la cargue y juro que mi voz casi se rompe y vuelvo a echar llanto. Pero me obligue a calmarme, ella jamás me debe de ver así y menos por culpa de Frank- ¿Ya decidiste a donde iremos?

-¡Vamos al zoológico!

-Pues vamos al zoológico -le sonreí y deje un beso en su frente para caminar con ella en brazos al auto.

● Frank Zhang ●

Joder me siento tan mal. No debí decirle eso, a mi Hazel

Ya no es tu Hazel.

¡Cajaro lo se! Ya no es mi Hazel.

Pero lo que le dije es verdad, no es mas que una interesada mentirosa que me engaño con ese idiota.

-¡Eres un imbécil! -me gritó Chris entrando a mi oficina- ¿Cómo se te ocurre decirle eso? ¡La hiciste llorar! ¿No viste que tus palabras le duelen?

-No quiero hablar contigo de eso

-¡Necesitas disculparte por todo lo que le has hecho!

-Te dije que no quiero hablar contigo de eso

Me levanto tomando las llaves de mi auto y salgo con los gritos y reclamos de Chris a mis espaldas. Necesito salir un momento, no puedo pensar con claridad y no le quiero gritar a Chris.

Respiro mas calmado cuando cierro la puerta del auto y lo enciendo comenzando a conducir. Ver a Hazel claramente ha sacudido mi día, estaba hermosa como siempre, su cabello rizado estaba mas largo a como lo recordaba y sus ojos dorados me miraron con temor y tristeza, ¿Por que dejo de mirarme como amor? Se veía hermosa con la camisa blanca de botones que usaba y aprecie como sus pechos hacían saltar casi el botón que los mantenía ocultos de mi. Y pensar que alguna vez los tuve en mi boca. Vi una pulsera de cuentas de colores que tapaba la manga, algo raro ya que ella jamás usaba ese tipo de joyería. Apretaba sus manos con fuerza al folder de papeles que sujetaba y cuando me dio esa cachetada sentí mil cosas. ¿Oh Hazel que te hice? ¿Cómo pude ser tan imbécil contigo? Es que solo el hecho de recordar verte con otro y los miles de rumores que había me llenan de rabia. ¿Por qué no hable contigo cuando me lo pediste? Estaba enojado y lo lamento. Ni si quiera tiene sentido el que tu me hayas querido engañas si tu y yo lo éramos todo. ¿Pero si en realidad querías mi dinero ya lo hubieras tomado, no? Me duele el solo pensar que fui una transacción para ti. Un acuerdo, un negocio, una mentira.

Sperâre [Hazel Levesque. Frank Zhang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora