XXVI. Propuesta

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● Frank Zhang ●

—¡Papi!

—Hola mi cielo —la cargue besando su frente— ¿Ya estas lista para ir a la  escuela?

—Si, ¿Te gusta como me peinó mi mami?

Llevaba dos trencitas desde la mitad de su cabeza hasta la mitad de esta y un moño lila uniendo ambas.

—Te ves muy hermosa mi princesa

Me adentre al departamento y Hazel estaba terminando de arreglarse, ya habíamos establecido que pasaba por ambas para llevarla a la escuela y al trabajo, si yo tenia algo que hacer en Mars Company voy, si no solamente trabajo desde casa.

—Buenos días —saludo a Hazel besándola en la mejilla.

—Hola

—Te ves hermosa mi cielo

—Gracias

Usaba una falda café apegada a su cuerpo que marcaba su culo de una forma espectacular. Que ganas de apretarlo con mis dos manos. Una camisa hueso de botones en una tela como de satín que me dejaba ver su escote y soñar con enterrar mi cara ahí. Dioses desde que la volví a ver mi libido no ha hecho mas que crecer. Esta mujer es tan sexy. La amo.

—¿Nos vamos?

—Si papi, ¿Me pasas mi mochila?

Tome la mochila de Emily y salimos los tres para dejar a Emily en el kínder.

—Papi cuando salga, ¿Podemos comer hamburguesa?

—Si no me hacen la broma de "una cajita medieval feliz" otra vez

—No prometemos nada —dijo Hazel y presionó el botón del ascensor revelando como no a la Señora Vesta.

Estoy empezando a pensar que esa señora no tiene nada que hacer en su casa.

—¡Señora Vesta! —dijo con emoción mi hija y quiso bajar de mis brazos.

—Hola muñequita —le habló dulcemente— ¿Cómo has estado?

—Muy bien Señora Vesta, ¿Usted?

Wow, si que Hazel hizo un increíble trabajo educando a nuestra hija. Es respetuosa.

—Excelente

—Ya me voy al kínder

—Espero que te lo pases muy bien y aprendas mucho

—Señora Vesta le tengo que decir algo —dijo emocionada.

—¿Y qué es?

—¡Frank es mi papá!

—Oh que maravilla, muñequita

—Papi ella es la Señora Vesta —"me presentó"— Hace unas galletas muy ricas y me cuidaba cuando mami trabajaba mucho

—Ya nos conocemos muñequita. Me alegra mucho que eso te haga feliz

—Si mucho

La Señora Vesta se acercó a Hazel y le susurró unas palabras antes de despedirse.

—Nos vemos, pórtate bien Emily

—Claro que si Señora Vesta ¡Adiós!

—Hasta pronto muñequita.

Subimos al ascensor después de que Hazel volviera a apretar el botón y me gire hacia Hazel.

—Creo que ya me esta odiando menos

—Algo es algo

—¿Puedo saber que te dijo?

—Dijo que aun que la verdad ya se haya descubierto, no debo bajar la guardia

Sperâre [Hazel Levesque. Frank Zhang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora