XIII. Tulipanes & Waffles

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● Hazel Levesque ●

Juro que no soy así de explosiva... o bueno, no lo era. 

Es que desde que Frank regresó las ganas de decirle las cosas a la cara son incontrolables. Si, estaré siendo rencorosa, grosera, hipócrita y mil cosas mas pero es que estuve aguantando por muchos años que necesito liberar tensión. Lastimosamente lo hago desquitándome con él.

Salgo del baño y me acuesto al lado de mi hija. No era mi intención decirle todo eso pero son fantasmas del pasado que me atormentan, o bueno, es... ella quien me atormenta justo ahora que él regreso.

Creo que es el hecho de que esa mujer se empeño tanto en arruinar mi reputación en Vancouver que ahora en la actualidad no me apetece tener el mismo estilo de vida que llevaba antes, digo, tampoco quiero estar en refugios, ni tampoco ver a mi hija sufrir nuevamente o que ambas pasemos hambre ¡Claro que no! Jamás expondría a mi hija a situaciones tan precarias como por las que pasamos, menos ahora que ya es consiente de las cosas que suceden a su alrededor. ¡Pero tampoco voy a llevarla a vivir a la vida de lujos innecesarios en donde lo que la puta sociedad piense de ti es lo único que te debe importar! Eso no es vida, por mas dinero que tengas, por mas lujos de los que estés rodeado, eso no es vida.

Y es que la Hazel del pasado era así, yo gastaba miles de dólares canadienses en cosas innecesarias que cuando me arrebataron todo eso de la forma mas repentina y cruel posible fue que caí en cuenta de las cosas que de verdad importan. Recuerdo un día cuando Emily tenia apenas tres días de nacida, no tenia pañales, ni biberones, ni nada, mi hija no tenia ropa de su complexión siquiera y yo tenia un abrigo de Karl Lagerfeld con el que cubrí del frio a mi hija. Ahí me di cuenta de la realidad, piensen, un abrigo de mas de $20,000 en una bebé que ni siquiera tenia pañales y que vivía en un refugio. Hasta parece chiste, pero era nuestra realidad. No lo digo para que piensen "¡Oh pobre niña rica!" No sientan pena por mi, no necesito esa mierda, pero piensen en mi antigua situación, de pasar de vestir marcas, vivir en casas de lujo, viajar en jet privado a lugares exóticos y de comer cada día... pase a no tener ni siquiera pañales para mi hija. Y claro que no es justo, porque lo que esa mujer me hizo no solo fue arruinar mi reputación en Vancouver. No. Esa mujer arruinó mi vida y la de mi hija, nos llevo a pasar hambre, frio, mi hija casi muere de pulmonía ¿Y todo para qué? ¿Eh? Para que al final tan solo fuera la venganza de unos cheque rebotados que Plutón le dio por o querer pagar una estúpida suma de dinero.

Psicológicamente estoy bien, si, siento odio y rencor a esa mujer y a Frank, pero no puedo enfrascarme en eso porque tengo una hija a la que tengo que enseñarle el lado mas bonito y feliz que la vida le puede ofrecer, por eso temo de este nuevo Frank, porque aun que se que él jamás le haría daño a su propia hija, también sabia que él jamás me lastimaría a mi. Y ya ven lo que paso.

La verdad no se que hare, dejar que mi hija se relacione con él o apartarla como lo hice los últimos años

¡Dioses no se que hacer ahora!

A la mierda, tal vez por hoy solo voy a dormir.

● Frank Zhang ●

-¡Ella solo me gritó!

-¿Y?

-¡Por Roma bendita Rodríguez! -grite- ¡Parece que solo aparenta estar bien conmigo cuando la niña esta despierta!

-¿Y?

-¡Quiero recupérala carajo! Y no puedo si ella solo se comporta como una !Consentida, mimada, molesta, mandona !

Sperâre [Hazel Levesque. Frank Zhang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora