Sperâre [Hazel Levesque. Frank Zhang]

IX. Encuentro con mi cielo

● Hazel Levesque ●

-Aun no se de que disfrazarme -dijo tiernamente mientras aun sostenía la muñeca en sus manos- ¡Quiedo ser una hada princesa, pero también un gran y feroz trige!

-Jaja, es tigre cielo -corregí echando el cereal al carrito.

-Si, un feroz trige -negué con mi sonrisa aun en mi cara- Pero no se cual elegir

-Aun quedan un par de meses para que puedas decidir

Jamás entenderé porque siempre las grandes tiendas les encanta adelantarse en la fechas de festividad como chorromil meses antes de que empiecen.

-¡Ay! ¡Mami tengo una idea!

-¿Cual? -pregunte y doble al siguiente pasillo.

-¡Seré un trige hada princesa!

- Es una grandiosa idea cielo, serás una hermosa y feroz princesa tigre en Halloween

-¿Puedo disfrazar a mi nueva muñeca?

Joder, ¿Cómo le digo que no puedo pagarla?
El nuevo empleo me redujo el sueldo pero al menos me aleje de tener algún contacto con él.

-Tal vez primero tengamos que terminar las compras cielo

-Ella será un hermosa y feroz princesa trige como yo ¡Usare una corona con mis orejas de trige! -gritó alegre.

Tome del estante una caja una bolsa de azúcar y la eche al carrito de compras. Me gustaba comprar las cosas que mas necesito en Costco a mayoreo como el jabón de ropa y trastes, la leche de almendra que consumimos, papel higiénico y las carnes precocidad ente otras cosas mas.

El problema es que Emily esta en esa edad en la que todo quiere y esta de aquí para allá corriendo y viendo las miles de cosas que hay en la tienda volviéndome loca en el proceso de calmar su adrenalina. Digan lo que quieran pero como mamá hacemos lo que sea para que nuestro hijos estén tranquilos y una manera es recurrir al chantaje: "Si te portas bien te compro la muñeca"

Claro que esperaba a que se le olvidara en cuanto viera algo mas interesante que la muñeca pero al parecer justo hoy mi hija decidió tener memoria de elefante y la tranquilidad de un panda.

-Hazel

Brinque de susto inmediatamente escuche su voz. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! No, no él no, por favor ¡Dioses!

Me di la vuelta y asombrada lo vi. Ojos rasgados, labios perfectos, quijada marcada. Era él, el hombre que yo seguía amando estaba frente a mí nuevamente. Y no podía hacer nada.

-Frank -susurre su nombre.

-¡Hazel! -me gritó asustado Chris quien lo acompañaba.

¿Por qué me grito?

Mis ojos se fueron a él y me hizo señas de la niña.
¡Emily! Mierda, él no tiene que ver a Emily, tengo que salir de aquí.

- Hazel... - volvió a pronunciar mi nombre y sus ojos se debatían entre verme a mi o la niña.

- Mami - ¡No! Esa vocecita no- ¿Quiénes son?

Fueron segundos en los que tome a Emily del carrito de compras y la cargue volteando su cara contra mi pecho evitando que la siguiera viendo.

-Hazel

-Y-yo ya me-e tengo que ir -me trabe con mis piernas temblando.

-¡Hazel! -me llamó esta vez Chris.

-Tengo que...

Sali corriendo aventando el carrito a un lado esquivándolos mientras seguía cargando a mi niña.