Capítulo 25

132 11 0
                                    

LA baja dura tres semanas y la aprovecho para hacer una última limpieza en casa y comenzar a guardar
en cajas las cosas que me quiero llevar a Alemania. Jungkook quiere comprarme un coche más seguro y resistente pero yo me niego. Mi Seat León me encanta. Mi seguro lo arregla en un tiempo récord, y supongo que ha sido Jungkook quien les ha metido caña. Queda como nuevo.

Jungkook me cuida con mimo y me ayuda con las cajas. No me voy a llevar muchas cosas, excepto ropa, fotos, libros y mi música. El resto quiero que se quede todo aquí y, a medida que pase el tiempo, me lo iré llevando poco a poco.
El día que aparezco en la oficina todos me miran. Me observan con curiosidad. Saben que soy el novio del jefazo y hacen eso que tanto odio: ¡cuchichear!
Miguel se acerca a mí nada más verme.
—Ahora que eres el novio del jefe, ¿desayunas conmigo? —pregunta con guasa.
Lo miro divertido.
—Anda, petardo… vamos.

En el camino se preocupa por mi estado de salud. Le explico mi accidente y él me escucha horrorizado. En la cafetería, cuando voy a pagar, los empleados no me dejan. Tienen orden del señor Jeon de no cobrar nada de lo que yo consuma. Todo se pone a su cuenta.
Cuando regreso a mi puesto de trabajo, mi jefa sale a saludarme. Su tono de voz ahora es suave e incluso intenta ser agradable conmigo. Menuda perraca es ésta. Ahora que sabe que soy el novio  de Jungkook me lleva entre algodones.
A los diez minutos de llegar, veo que entra una chica al despacho y se sienta a la mesa que era de Miguel. Me mira y pregunta:
—¿Eres Jimin?
Asiento y añade.
—Soy Claudia, la nueva secretaria del señor Jeon mientras esté en España.

Sorprendido, la miro. Jungkook no me ha comentado nada en el tiempo que he estado de baja, pero no me extraña, Jungkook no ha querido hablar absolutamente nada del trabajo en mi convalecencia. Incluso quería que el médico me ampliara la baja, pero yo no lo permití. Eso lo hizo enfadar, pero a mí me dio igual. Mi baja se finaliza y yo comienzo a trabajar.
Cuando Jungkook entra por la puerta, me mira. Yo también lo miro.
—Buenos días, señor Jeon.
Suelta el maletín sobre mi mesa, se acerca a mí y me da un beso en los labios que deja a mi jefa y a la nueva secretaria tiesas. Tras aquel más que deseado beso, murmura:
—Buenos días, Jim. ¿Te encuentras bien?

Aturdido por aquel recibimiento, no sé adónde mirar mientras veo que Jungkook retiene sus ganas de reír.
Finalmente sonrío.
—Buenos días, Jungkook. Me encuentro bien y dispuesto para trabajar.
Mi jefa, encantada de haberse conocido, dice:
—Pero qué bonita parejita hacéis los dos.

¡Falsa! La conozco y veo la falsedad en sus ojos y en cómo me mira.
—Gracias —responde Jungkook.
Mi jefa me repasa de arriba abajo. Sigue sin creer lo que ve.
—¡Oh, qué anillo más bonito llevas! ¿Es lo que imagino?
Jungkook coge mi mano, me besa los nudillos y añade con posesión:
—Un diamante para mi precioso diamante.
Sus palabras me acaloran, sobre todo al ver cómo me miran esas dos. Finalmente, tras un incómodo
silencio, mi jefa se vuelve hacia mí.
—Jimin, ella es la nueva secretaria de Jungkook. Se llama Claudia Sánchez y es mi hermana pequeña. Ella ocupará tu puesto cuando tú te traslades a Alemania.

Me quedo pasmado… ¿Por qué no me lo ha dicho ella al presentarse? Y, especialmente, ¿por qué ya están haciendo planes sin hablar antes conmigo?
—Una secretaria muy eficiente, por cierto —añade Jungkook.
Ese halago me molesta, pero disimulo.
—Gracias, señor Jeon —responde la joven, encantada—. Para mí es un placer oírlo decir eso. Estoy encantada de que esté satisfecho con mi trabajo.

Esa sonrisita de zorra me la conozco. Es igualita a la de su hermana y sé que no va a deparar nada bueno. Con disimulo, observo cómo se humedece los labios para mirar a Jungkook y eso me molesta.
—Claudia es un cerebrito, además de listísima y monísima —dice mi jefa—. Por cierto, Claudia, dile a Jimin los idiomas que hablas.
La joven pestañea y se toca el cabello.
—Alemán, francés, inglés, ruso y algo de chino.
—Impresionante —comenta Jungkook.

~Ask mę whätever ¥ou wªnt. ¹~ Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora