Capítulo 14

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CUANDO llego al Amnesia, mis amigos me preguntan por Taehyung. Mis señas les indican que no quiero hablar.

Respetan mi silencio y no vuelven a preguntar. Mi buen amigo Nacho se acerca a mí y me pide una Coca-Cola.
-Bebe... Te sentará bien.
Una hora después, ya estoy más relajado. Nacho se ha encargado de hacerme sonreír y sólo me ha permitido beber Coca-Cola. Según él, el alcohol no es bueno para las penas. Mientras todos hablamos, me fijo en su brazo. Su tatuaje me llama la atención. Por ello lo agarro y lo acerco a mí.
-¿Éste es nuevo?
-Sí, ¿te gusta?
Asiento.

Siempre me han gustado los tatuajes y los hombres que los llevan. Algo que, ni por asomo tiene Jungkook. Su piel es suave e impoluta, algo de lo que carece Nacho, que es tatuador y un ferviente amante de grabar su piel. De pronto, se me ocurre algo.
-Nacho, ¿tú me harías un tatuaje?
Sus almendrados ojos me miran.
-Claro que sí. Cuando tú quieras, Jimin.
-¿Cuánto me cobrarías?
Nacho sonríe
-Nada, cielo. A ti te lo hago gratis.
-¿En serio?
-Que sí, petardo.
-¿Me lo harías ahora?
Sorprendido, deja su cerveza sobre el mostrador y repite mis palabras:
-¿Ahora?
-Sí.
-Son las cinco de la madrugada.
Sonrío. Pero, dispuesto a conseguir mi propósito, me acerco a él.
-¿No crees que es una hora estupenda para hacerlo?

No hace falta seguir hablando. Nacho me agarra con fuerza de la mano y salimos del bareto. Nos montamos en su moto y me lleva hasta su estudio, su negocio de tatuajes. Al entrar, enciende las luces y yo miro a mi alrededor. Cientos de dibujos colgados por las paredes, el trabajo de Nacho durante todos aquellos años. Tribales, nombres, caricaturas, dragones...
-Bueno, doñ Impaciencia. ¿Qué tatuaje quieres que te haga?

Sin moverme, sigo observando las fotos hasta que veo algo y entonces sé lo que deseo tatuarme. Se sorprende cuando se lo digo, pero buscamos en sus plantillas lo que quiero. Decidimos el tamaño. No
muy grande, pero que se vea. Decidido, trabaja en la plantilla. Veinte minutos después, me mira.
-Ya lo tengo, precioso.
Nervioso, respondo afirmativamente. Me lo enseña. Observo su diseño y sonrío. Me invita a sentarme en la camilla donde hace los trabajos.
-¿Dónde quieres que te tatúe?
Durante unos instantes, dudo. Quiero que aquel tatuaje sea algo muy íntimo, que sólo vea quien yo quiera y que siempre... siempre me recuerde a él. A Jungkook. Al final. convencido de lo que quiero, me toco justo encima de mi depilado monte y susurro:
-Aquí, quiero que lo tatúes aquí.
Nacho sonríe. Yo lo hago también.
-Nene, será un tatuaje muy sensual. Lo sabes, ¿verdad?
-Sí, lo sé -contesto.
Nacho asiente y pregunta, mientras coge una aguja:
-¿Estás segura, Jimin?
-Sí -afirmo con rotundidad
-Vale precioso, entonces túmbate.
Mientras hablamos y escuchamos a Bon Jovi, Nacho trabaja sobre mi cuerpo. Los pinchazos de la aguja me duelen, pero no es comparable con el dolor que tengo en mi corazón por culpa de Jungkook. Sobre las siete de la mañana, Nacho deja la aguja sobre la mesita y me lava con agua.
-Ya está, precioso.

Me levanto, ansioso por ver el resultado.
En boxer, me dirijo hacia un espejo y el corazón se me encoge al leer sobre mi pubis: «Pídeme lo que quieras».
Cuando llego a casa, sobre las ocho de la mañana, estoy agotado y algo dolorido por el tatuaje. Pero abro el portátil. Descargo las fotos que hice con mi móvil y decido cuál enviar. Después abro mi correo y escribo.

De: Park Jimin
Fecha: 22 de julio de 2012 08.11
Para: Jeon Jungkook
Asunto: Noche satisfactoria
Para que veas que lo que te prometí lo cumplo y lo disfruto.
Atentamente.
Park Jimin.

Adjunto al mensaje una foto en la que se me ve sobre una cama con Taehyung besándome. El tatuaje ni lo menciono. No se lo merece. Quiero que se sienta mal. Que vea que sin él mi vida sigue. Tras leer el escueto mensaje cien veces, lo envío. Cierro el portátil y me marcho a dormir.

CON el lunes comienza la semana laboral. No he vuelto a saber nada de Taehyung y casi que lo agradezco. Cada vez que pienso lo que hice me avergüenzo. Soy un cabron con todas las letras. Me aproveché de la debilidad que siente por mí y, en cuanto conseguí lo que quise, lo dejé sin pensar en sus sentimientos.
Miro mi correo mil veces, dos mil, tres mil, pero Jungkook no contesta. Da la callada por respuesta y eso me enfurece más. Definitivamente no le importo. He sido un rollito más para él y tengo que asumirlo.
¡Soy imbécil!
Mi jefa llega y hoy está especialmente impertinente. Miguel intenta quitármela de encima y lo hace de la mejor forma que sabe. ¡Sexo! Yo me hago el tonto y hago como que no me entero de nada. En el fondo, hoy le agradezco a Miguel que la tenga ocupada.
Los días pasan y mi tatuaje apenas me molesta. He seguido todas las instrucciones que Nacho me dio, y aún lo llevo bajo el plástico que él me puso.
Continúo sin noticias de Jungkook.
Mi jefa, como siempre, sigue tan simpática. Me llena la mesa de trabajo hasta el último día y yo, como buen pringado, me lío con él. Si hay algo que mi padre me ha enseñado es a no dejar nada a medias nunca.

~Ask mę whätever ¥ou wªnt. ¹~ Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora