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Kim Dokja despertó tarde después de una noche de fiesta en Brasil. Aterrizó ahí a las 2 y 30 am. junto a su camarada Yoo Joonghyuk.
Se despertó lo más que pudo, aún con dolor de cabeza, tenía que reunirse otra vez en el aeropuerto para su próximo viaje, esta vez a Madagascar.
Le había gustado la corta estancia que había tenido aquí, sin embargo no sentía que ningún lugar en la tierra fuera realmente para él. Era el asiento copiloto de un avión, junto a Yoo Joonghyuk, todo lo que necesitaba para sentirse en casa.
Se puso su traje, negro y blanco, su corbata, su gorra de piloto clara y oscura, con una insignia dorada en el frente. Tomó su equipaje y se marchó. Sin extrañar nada, ni nada que lo extrañara a él.
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Yoo Joonghyuk se encontraba ya en el aeropuerto, perfectamente uniformado.Nunca hablaba de cosas innecesarias, nunca daba vueltas de más en una charla. Era siempre serio y no vivía arraigado a nada.
Pedía sin falta un café en alguna cafetería de segunda, algún pan de leche de desayuno si era la mañana, una caja de dumplings de almuerzo si era el mediodía o una pieza de salmón de cena si era de noche. Aunque era fácil darse cuenta del poco amor que le tenía a la comida, según él, por ser ajena.
Terminó botando su desayuno a la papelera cuando le dio solamente un bocado, sin embargo el café aunque fuera demasiado malo se lo quedó, al menos este le permitía hacer su trabajo.
Yoo Joonghyuk esperó en la cabina a Kim Dokja, llegaba tarde, aunque no se notaba tanto por el típico contratiempo constante en el mundo de los aviones.
─Yoo Joonghyuk, good morning.
Kim Dokja se sentó en el asiento junto a Yoo Joonghyuk, se acomodó todo el equipo que pudiera haber y se preparó para el despegue. En 15 minutos el avión se empezó a mover.
─Passengers, this is captain Yoo Joonghyuk.
Kim Dokja escucho por sus audífonos el anuncio de su compañero antes de volar, el anuncio que esperaba oír cada día.
─¿A dónde iremos después? ─preguntó Kim Dokja expectante una vez Yoo Joonghyuk terminó de hablar, ya presionando los cientos de botones.
─Según mi agenda ─volteó para mirarle─, iremos a La Habana.
El avión despegó, alejándose poco a poco de la tierra firme, perdiéndose entre las nubes y el cielo.
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Nota:
Hola, muchas gracias por pasarte por esta historia ♡.
Actualmente estos One shots surgen de ideas muy sencillas para luego ir improvisando a la marcha, esto puede resultar bien o mal. Normalmente hago una corrección rápida para publicarlo en el menor tiempo posible, quizás más adelante me dedique a pulir la ortografía e incluso tomar un concepto de esta recopilación para una historia más dedicada.
