¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─Tienes que arreglar las cosas con él, lo prometiste ─Han Sooyoung me advirtió.
Desde aquí fuera escucho la música de la fiesta, todo el circulo cercano está ahí dentro, celebrando el nuevo empleo de Yoo Sangah, ella es la primera en conseguir uno después de que todos acabáramos la universidad.
Lo que me perturba es el saber que entre todos ellos también está Yoo Joonghyuk, y realmente no sé cómo hablar con él después de un mes.
─Vamos, que veo que te estás enrollando ─Han Sooyoung camina hacía en apartamento y toca el timbre, obviamente nadie responde y tiene que llamar a Jung Heewon para que nos abra.
Todos están alegres dentro, casi no pego con ninguno de ellos con mi cara fúnebre a pesar de que me había esforzado en vestirme bien. Me siento en un sillón cerca de la cocina después de felicitar a Yoo Sangah. Lo vi, de reojo nada más, no quería enfrentarlo todavía, pero él... No dejaba de estar tenso, mirándome a mí.
Está al otro lado de la habitación, pero aún puedo sentir su ira, su disconformidad con todo lo que había pasado. Quiero pensar, imaginar cómo iniciaré la conversación pero esta música alta no me deja.
Antes de que pueda mover un dedo Yoo Joonghyuk ya camina hacía mí, me levanto por impulso y le dirijo mi mirada penosa, solo me devuelve un ceño fruncido.
─Yoo Joonghyuk...
─Pensé que no vendrías.
Aún con toda su molestia sentí su preocupación.
─Quería hablar contigo, imaginé que estarías aquí.
─¿No habría sido mejor llamarme?
─Tampoco sabía cómo iniciar esto, ¿vale? yo... Solo estoy improvisando.
Yoo Joonghyuk suspira, lo percibo cansado y la necesidad de acercarme a él ya es casi irresistible, por eso tenemos que arreglar todo, para estar bien.
─Ven.
Tomo su mano y nos llevo al balcón. Es invierno y el frío es paralizante, sostengo su mano con más fuerza, buscando en algún pliegue su calor.
─Yoo Joonghyuk, yo sé que tengo que disculparme ─tomo aire─, pero realmente no me arrepiento.
─Lee Seolhwa está muy molesta. No sé qué decirle tampoco. ¿Aún así no te arrepientes?
─No, no lo hago.
─Veo.
Yoo Joonghyuk suelta otro suspiro cansado, repasa con su mirada el horizonte ennegrecido, nublado y poblado de luces de estrellas y edificios. No suelta mi mano, me hace sentir esperanza, porque se siente cómodo y acogedor.
─Ella no es lo suficientemente buena para ti, y lo sabes, Yoo Joonghyuk, tú lo sabes.
A este punto parece que ruego, pero lo digo con toda la amargura de mi corazón.
