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Se hallaba Yoo Joonghyuk sentado en una banca abandonada de un parque abandonado a altas horas de la madrugada. Recién recibida una noticia que le amargo el corazón y el alma, dejándolo completamente destrozado y desesperanzado, corrió lejos en un intento vano de huir de aquellas nuevas verdades, de aquella vida nueva y dolorosa, significado de ser traicionado por un hermano de sangre.
Sí, su hermano lo había engañado, le había robado lo que más anhelaba y que con confianza le confesó, y aún después de ver cómo deliraba por su enamorado se atrevió a robárselo, con completo descaro, presentándolo esa tarde noche como suyo en su hogar compartido.
No podía quedarse tranquilo después de tales acciones, no podía pensar, no podía dormir en paz. Por eso se alejó lo más que pudo de aquel infernal lugar, transformado ahora en una cuna de odio.
Los días pasaron y tenía que conformarse con las veces que veía ahora la razón de su pecho agitado, eran más seguidas, nunca lo había tenido tan cerca antes, pero el precio que pagaba por eso era verlo en los terribles brazos de su compañero de casa, ya no considerado familia.
Verlos le dolía, y no comprendía como, al menos, Kim Dokja no viera el mal que le causaban sus tiernas miradas y besos a escondidas. Por poco imploraba que parara, que se alejara de su mirada y de su alma, pero era consiente de que lo que le ocurría, solo pasaba en su interior, y el que Kim Dokja lo cautivara sucedía únicamente en una realidad que vivía solo.
Podía pasar noches enteras en vela, sonriendo ante la idea de él y Kim Dokja unidos en cuerpo y alma en esa mismísima casa, para después verlo en la mañana siguiente sonrojado por las estupideces románticas de su "hermano", le rompía nuevamente y en vez de superarlo solo se sumía en un bucle tonto de tristeza.
Y perdido en esa tristeza se olvidaba de cualquier cosa buena, no había distracciones y solo continuaba enamorándose más de aquel chico, y las únicas preguntas que rondaban su mente eran "¿Así sería conmigo si esto no fuera unilateral?" "¿Podría yo hacerlo tan feliz como ahora aparenta?".
Los años pasaron y nada había cambiado, ni su constante martirio ni el supuesto romance que aquellos dos llevaban, bueno, eso si había cambiado, porque después de tanto tiempo decidieron dar otro paso, para más tortura de sí mismo.
Dos años llevaron de casados, dos años que sufrió en la eterna soltería y en los que nunca encontró otra compañía. Aquel hermano y su esposo se fueron de aquella casa que compartían y compraron una nueva, más grande y más viva, por lo que ahora no solo tenía la constancia de que su consaguíneo lo había lastimado sino que ahora ya ni el consuelo de ver a Kim Dokja tenía.
Ese mismo año, Kim Dokja se le acercó, solo para darle una noticia, "Nos iremos a Francia, serán solo unos años pero volveremos", y luego pedirle "Me preguntaba si podrías cuidar nuestra casa mientras no estamos".
Por supuesto, jamás le negaría a Kim Dokja cualquier cosa que le pidiese, quizás por eso estaba él allí y no el otro descarado.
Y "solo unos años" fueron 5 largos, se sintió estafado, no recibía ni una noticia de sus vidas ni por bocas ajenas.
Definitivamente se quedó solo, no había nadie que pintara las páginas grises de su vida que alguna vez estuvieron adornadas con flores rosadas. Lo había perdido absolutamente todo, por la confianza que alguna vez le tuvo al que ya más nunca fue llamado hermano.
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Nota:
He escrito otro one shot más para esta historia y quizás me dedique a hacer algunos otros en los siguientes días.
En realidad toda esta semana desde el sábado pasado hasta hoy 1 de mayo me he dedicado a mi historia principal L'Orchestra, e incluso aún estos one shots me ayudan a agilizar la redacción para aquella historia. Por eso, en general, estos relatos cortos cuentan con una única corrección rápida, ya que la idea es terminarlos en poco tiempo y publicarlos de inmediato. Esto también conlleva a que sean historias improvisadas a la marcha en base a una idea muy superficial.
Espero que esta historia te haya gustado y por supuesto, gracias por leerlo, que te hayas tomado el tiempo ya es bastante.
