Charlas de Habitación | Vegebul

25. Vida | Pregunta | Atrapado

—¿Cuánto tiempo viven los Saiyajin?— preguntó ella contra su cuello.

—Eso depende de su habilidad en la batalla. Es más probable que vivas una vida larga si eres experto en evitar una espada clavada en tus entrañas.

—Quiero decir, ¿cuál es la esperanza de vida?

—Puedes esperar vivir tanto tiempo como puedas evitar tu muerte.

—Lo digo en serio.

—Yo también. Si estás preguntando a qué edad envejecemos o morimos como humanos, no tengo idea, porque ningún Saiyajin se permitiría morir de manera tan vergonzosa. Morimos en combate.

—Oh. Bueno, ¿cuántos años tenía el Saiyajin más grande que conociste?

Pensó un momento —Recuerdo haber oído que el amigo de mi padre acababa de celebrar su centésimo quinto cumpleaños. Ya había pasado su mejor momento para entonces, definitivamente había comenzado a mostrar su edad.

—¿Empezando?— ella palideció —¿Realmente voy a parecer mucho mayor que tú? Estúpidos Saiyajins congelados.

—No estamos congelados— argumentó —Simplemente evolucionamos para envejecer más lentamente, eso es de gran ayuda en la batalla. Continuaré creciendo durante las próximas décadas. Puedo terminar significativamente más alto que tú. Con un poco de suerte— gruñó.

—¿Me abandonarás cuando sea una anciana?— ella bromeó, pasando la mano por su estómago.

—No parece probable. Eso requeriría que encuentre a alguien más, y no soporto la mayor parte de este planeta.

—Wow, voy a fingir que eso fue dulce— dijo —Todos van a pensar que soy un puma.

Él frunció el ceño —¿El animal?

—Es la jerga de una anciana con un marido joven y sexy. Sabes qué, tal vez esto no sea tan malo como pensaba. Todo el mundo pensará que eres un gigoló.

—Eso no me importa— él pauso —Mientras el sexo no se detenga.

Ella rio —No te preocupes, solo espero que sigas queriendo hacerlo conmigo cuando tenga ochenta años— ella se quedó callada y él pensó que se había quedado dormida —Sabes, es un poco triste.

—¿Mmm?

—Cuando esperábamos a los androides, pensé que no nos quedaba mucho tiempo. Esa es probablemente una de las razones por las que... Sin ofender, podría haber aceptado cualquier puerto en la tormenta. Luego sobrevivimos, y tenemos todo este tiempo pero... las cosas aún tienen que terminar algún día. Uno de nosotros tiene que morir y dejar al otro en paz.

—Así es como funciona la vida, no tiene sentido quejarse. Lloriquear no te hará inmortal.

—Pero soy yo. Tengo que intentarlo— sonrió.

Él resopló —Si alguien pudiera discutir con la muerte, creo que serías tú.

Ella apretó su agarre sobre él —Tengo que morir primero, ¿me entiendes? Mi vida es más corta que la tuya, ¿puedes esperar sesenta años antes de morir en la batalla y unirte a mí?

Él no respondió y ella finalmente se durmió.

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Trunks y Goten se habían dado cuenta hace mucho tiempo de que a Vegeta no le importaba si se daban una paliza el uno al otro, siempre y cuando sus madres no se enteraran. Los niños de dos y de tres años se había quedado atrás mientras las mujeres iban a la ciudad a hacer algunas compras, dejando a Vegeta como niñera por defecto.