Chapter Twenty-two

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La rubia salió de aquella habitación hotel en el que se estaban hospedando; debido a que tenía sesiones fotográficas con los padres de Leedo en Paris, donde tenían su segunda empresa, tuvo que viajar.

Camino con calma por los pasillos hasta llegar al restaurante del lugar. Agarró un poco de ensalada de frutas, un poco de pan y una taza de café, para tomar asiento en una pequeña mesa y comenzar a desayunar con su teléfono en mano, donde en seguida inicio una video llamada.

—Mírate nada más... ¿Qué tal Paris?— Preguntó la pelinegra. —Vi las fotos de ayer en la página, son buenísimas.

—Es muy bonito, me hizo mucha emoción saber que vendría aquí, aunque debo decir que cuando supe que la revista sería femenil, me sentí un poquito triste.— Soltó una corta risa nasal. —Tengo entendido que solo estaré aquí unas dos semanas, aunque sus padres se quedaran más tiempo, por ende no abran sesiones con Hak.

La chica asintió. —¡Te brillan los ojos!

—Ni tanto, la última vez que le hable salió terrible... en verdad llegué a pensar que le gustaba.

—Dale tiempo, debe estar estresado por la universidad, administración no es tan sencillo.— Alentó. —Además las sesiones, debe ser agotador pensar en algo más.

—Pues espero que se acople pronto, por que sus padres y los míos planean una boda.

Su amiga comenzó a toser. —¡¿Boda?!

—Oye, no grites...— Rió. —Sí... creen que todos saldremos beneficiados, es complicado sabes...

—Todos menos él...

—Oh claro, es tan malo estar casado conmigo.

La pelinegra negó. —Cariño se que te gusta, pero si el no siente lo mismo... está mal. No obligas a alguien a estar enamorado.

—No es como que yo pueda hacer algo... ¿Desde cuando eres tan "poética"?

—Desde que Youngjo y yo formalizamos nuestra relación.— Minnie soltó una carcajada. —Es muy lindo... conocí a su mejor amigo hace poco, se ve que son cercanos.

—Me alegro mucho.

Aquellas continuaron con su charla hasta que la hora de cortar llegó y entonces Yuqi, tuvo que volver al trabajo.



[...]


Keonhee llevaba puesta una bermuda de algodón gris y una playera ligera blanca mientras frotaba su cabello mojado con una pequeña toalla. Miraba en su televisor un musical mientras tarareaba algunas canciones y sus pies se movían ligeramente al ritmo.

La puerta fue abierta por un sonriente Minho luego de tocar dos veces. —Tienes una sorpresa esperando por ti en la puerta.

—¿Sorpresa?— Preguntó con el ceño fruncido luego de ponerse unas pantuflas para comenzar a bajar las escaleras.

Abrió la puerta y debía admitir que no fue una grata sorpresa como se supone debió ser. Yunho estaba parado frente a él con un pequeño ramo de rosas rojas y una mochila.

—¿Yunho?

—Te dije que te visitaría los días que tengo inhábiles. ¿Qué esperas para abrazarme?— Preguntó y atrajo al menor hacia el.

Keonhee correspondió y se abrazó de su cintura. —No creí que lo hicieras... entra, ¿tienes hambre?

El mayor le dio un corto beso y asintió. —Demasiada.

Ambos entraron a la casa y caminaron hasta el comedor donde se encontraban los padres y hermano del castaño.

—Buenas noches, siento interrumpir.

Saturno | LeeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora