Chapter Twenty-six

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Geonhak llevaba los pantalones enrollados y estaba descalzo, al igual que Dongju. Se encontraban sentados en la orilla del mar, el menor estaba sentado entre las piernas del mayor mientras este le tenía abrazado y recostó su cabeza en su pecho mientras acariciaba sus manos.

El menor volteó la cabeza para mirar al más alto y el segundo se inclinó para comenzar a repartir besos: en su frente, en ambas mejillas, su nariz y le sonrió leve.

—Está bien...

Geonhak negó. —Yo de verdad te amo.

—Lo sé...— Le sonrió tiernamente.

Leedo respiro profundo y sin dejar de abrazarlo, acarició su mejilla con su pulgar y se inclinó hacia sus labios depositando un tierno beso.

—Todavía no tengo dieciocho.— Bromeó el menor. —Te irás preso.

—La cárcel no es nada comparado con el sufrimiento de tener que aguantarme las ganas de darte un beso.— Dijo el mayor besándolo de nuevo. —Justo cuando creí que no podías ser más perfecto.

—Que lindo pre-cumple... puede mejorar.

—¿Ah sí?— El mayor se levantó y le extendió la mano. El menor se apoyó en el suelo y tomó su mano para ponerse de pie. —¿Cómo?

—Mira...— El menor le arrojó una bola de arena y salió corriendo mientras reía.

—¡Oh, vuelve aquí!— El mayor rió e hizo otra bola de arena para perseguirlo y arrojarla a su espalda.

Eran por ahí de las 7:30 pm, el cielo estaba entre un color naranja tirando a púrpura, ambos estaban completamente sucios pero aquella sonrisa plena permanecía en sus rostros. El mayor abrazo al menor mientras sus pies tocaban las frías aguas y lo levantó para darle tres vueltas mientras el más bajo se limitaba a reírse.

—Te amo... más que a nada.— Dijo Dongju abrazado de su cuello mirando sus ojos. —Mi mayor regalo siempre serás tú.

—Frase familiar...

El mayor acarició su cintura y se inclinó para dar inicio a un cálido beso. Dongju no podía ni siquiera explicar lo que sentía en ese momento... en el que el agua acariciaba sus pies, la brisa abrazaba su cuerpo, el más alto le sostenía por la cintura y en su estómago revoloteaban miles de mariposas mientras recibía aquel beso, pero si podía decir que se sentía amado de la manera más bonita en que una persona pudiese experimentar el amor.


[...]


Dongju abrió los ojos lentamente al ver a su madre entrar a la habitación con un pastel y dos velas.

—Feliz cumpleaños a ustedes...— La mujer comenzó a cantar.

Dongmyeong se levantó y tomó asiento a orillas de la cama, Dongju se levantó y se sentó junto a él y lo abrazó hasta que la mujer terminara de cantar y asentara el pastel en la mesita de noche. —¡Feliz vida mis amores!— Dijo envolviendo a ambos en un gran abrazo.

Dongju dio un beso en la mejilla de Myeong y le sonrió. —Feliz cumpleaños, Myeong.

—Igualmente, Ju.— Ambos rieron.

—Bueno, pidan un deseo.— La mujer les extendió nuevamente el pastel y ambos cerraron los ojos por unos segundos para luego soplar sus velas. Sana sonrió con nostalgia. —No puedo creer que sean mayores de edad...

—No puedo creer que podré trabajar en ese restaurante.— Dijo Dongmyeong.

—No puedo creer que seré novio de Geonhak.

—¡¿Qué tú qué?!— Exclamó su madre. —No puede ser, tu relación con él a durado más que mi matrimonio...

El menor no pudo aguantar la risa y su hermano solamente le abrazó emocionado. —Gi Uk, Kanghyun, Yonghoon y Harin me invitaron esta noche a celebrar mi cumpleaños... ¿Existe alguna posibilidad de que pueda salir con ellos?

Saturno | LeeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora